Economía

Bush desafía a demócratas con envío de medida para puesta en marcha de TLC

María Peña

Washington, 7 abr (EFECOM).- El presidente de EEUU, George W. Bush, envió al Congreso el proyecto de ley para la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio (TLC) con Colombia, en un claro desafío de los demócratas y sindicatos que se oponen al pacto.

"Este tratado permitirá a EEUU mejorar la seguridad en una región crítica para nosotros", dijo Bush desde el edificio Eisenhower anexo a la Casa Blanca, al firmar la carta que transmite la medida a los legisladores, que la recibirán formalmente mañana.

Así, mañana comenzaría la cuenta atrás para que ambas cámaras del Legislativo sometan a votación, en un plazo de 90 días, la medida para la aplicación del TLC suscrito por EEUU y Colombia hace 16 meses. El Congreso sólo puede aprobar o rechazarlo, sin hacer cambios al texto.

El líder de la mayoría demócrata del Senado, Harry Reid, señaló que el desafío de Bush sólo "maximiza las posibilidades de que fracase (el TLC), estará sumando otro error a su legado y será otro desastre que tenga que limpiar" su sucesor.

Reid afirmó que el Congreso apoya a Colombia y respeta el progreso que "bajo circunstancias difíciles" ha hecho el presidente Alvaro Uribe, pero consideró que "es un grave error" que Bush intente hacer de la aprobación del TLC un sinónimo de ese apoyo.

Reid se hizo eco de las preocupaciones de los sindicatos de que en Colombia "el nivel de violencia contra los sindicalistas es todavía el peor del mundo".

En semanas recientes, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dejó entrever que aceptaría una votación del TLC, pero no sin afianzar la extensión de la Ley de Ajuste Comercial (TAA), un programa federal que beneficia a los trabajadores perjudicados por la competencia exterior.

Bush insistió en que un "sí" al TLC es un asunto de seguridad nacional para EEUU, señal de apoyo a un aliado estratégico en la región y una alternativa a los demagogos.

"Uribe ha hecho todo lo que se le ha pedido. Aunque Colombia todavía intenta mejorar, el progreso es innegable y merece nuestro apoyo", subrayó.

Bush pidió que el Congreso apruebe el TLC antes de fin de año, preferiblemente antes del receso de agosto, tomando en cuenta la apretada agenda legislativa y las elecciones de noviembre.

Sobre la estrategia de la Casa Blanca, la embajadora de Colombia, Carolina Barco, dijo a Efe que Bush "hoy vuelve a invitar a que sea un voto bipartidista".

Barco expresó optimismo en que se aprobará ya que el Gobierno de Bush trabaja "para que este tratado responda también a los criterios de los demócratas (...y sea votado en un ambiente positivo".

Consciente de las críticas, Bush aseguró que el TLC contiene las fuertes cláusulas medioambientales y laborales acordadas de forma bipartidista en mayo del año pasado.

Agregó que este TLC es similar al que se aprobó con Perú el año pasado, con la diferencia de que el mercado colombiano es más grande y su papel estratégico, mayor.

"La no ratificación de este tratado enviaría a otros países el mensaje de que nuestros amigos no pueden contar con la ayuda de EEUU", dijo Bush, escudado por miembros de su gabinete al firmar el documento.

De su lado está el sector empresarial que, mediante la Cámara de Comercio de EEUU, consideró hoy que el TLC "es un acuerdo justo" que nivelará el terreno para los productores y trabajadores estadounidenses y generará empleos en ambos países.

Según el Gobierno, al entrar en vigor, el TLC de inmediato eliminaría las tarifas a más del 80 por ciento de las exportaciones estadounidenses -un beneficio que ya tiene el 90 por ciento de los productos colombianos-, y el resto se eliminaría en diez años.

El año pasado, el intercambio comercial entre EEUU y Colombia ascendió a 18.000 millones de dólares, y Colombia es el cuarto socio comercial de EEUU en la región, según la Oficina de la Representante de Comercio Exterior (USTR).

Varios sindicatos, entre ellos el de los "Teamsters" que agrupa a los transportistas, reiteraron hoy que el TLC supondrá la pérdida de empleo y el deterioro de la calidad de vida para la clase media estadounidense.

Los demócratas aseguran que el Gobierno de Bogotá no ha hecho lo suficiente por mejorar las condiciones de derechos humanos y laborales en ese país y combatir la impunidad y la violencia contra sindicalistas.

También han querido supeditar el apoyo al TLC a la extensión de la TAA, pero Bush aseguró hoy que su Gobierno continuará trabajando con el Congreso para lograr un acuerdo bipartidista sobre ese programa.

En tiempos de incertidumbre económica, como la que atraviesa EEUU, el libre comercio cobra matices políticos. Los aspirantes presidenciales demócratas, Hillary Clinton y Barack Obama, reiteraron la semana pasado su oposición al TLC. EFECOM

mp/pgp/jla

(Con fotografías)

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