César Muñoz Acebes
Washington, 19 jul (EFECOM).- El presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, alertó hoy de que los altos precios del petróleo amenazan con mantener la "presión inflacionista", pero espera que esa presión ceda si el crecimiento económico se modera en EEUU.
Como es su tónica habitual en sus intervenciones, Bernanke dio una de cal y otra de arena en su informe semestral sobre política monetaria ante el Congreso estadounidense.
Por un lado, advirtió de que el alto costo de la energía y otras materias primas, así como la elevada utilización de la capacidad instalada de las fábricas, "tienen el potencial de mantener la presión inflacionista".
Por el otro, señaló que la Reserva Federal (Fed) prevé que "el crecimiento en la actividad económica podría moderarse" este año y en el 2007.
"Si esa moderación ocurre como se espera, podría ayudar a limitar la presión inflacionista con el tiempo", añadió.
Los analistas de Wall Street se fijaron en estos últimos comentarios como una señal de una posible pausa en el ciclo de subidas del precio del dinero, por lo que hasta la media sesión, el Indice Dow Jones había subido 160 puntos, o un 1,5 por ciento, mientras que el dólar caía.
Los inversores interpretan el fin del ajuste monetario como algo positivo para las empresas, al terminar con el encarecimiento del crédito, que ha ralentizado a la economía de EEUU.
Sin embargo, haría los activos en dólares menos atractivos para los inversores, por lo que debilitaría a la moneda estadounidense.
El Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal elevó su tasa de interés de referencia en su última reunión, el 29 de junio, hasta colocarla en el 5,25 por ciento.
Los analistas no están de acuerdo sobre si el banco central anunciará en su reunión del 8 de agosto la subida número 18 desde el inicio de la actual campaña de ajuste monetario, en junio de 2004.
En su intervención, Bernanke dejó abierta la posibilidad de una nueva subida.
"El tamaño y el momento de cualquier ajuste adicional que pueda ser necesario para responder a los riesgos inflacionarios dependerá de la evolución de las perspectivas tanto de la inflación como del crecimiento económico", dijo.
El banco central calcula que la inflación, medida por el índice de gastos de consumo personal sin contar la energía y la alimentación, terminará el año entre el 2,25 y el 2,5 por ciento, y entre el 2 y el 2,25 por ciento en 2007, según Bernanke.
Además, el Producto Interior Bruto (PIB) real -descontada la inflación- de Estados Unidos subirá entre un 3,25 por ciento y un 3,5 por ciento este año, y entre un 3 y un 3,25 por ciento en 2007.
La previsión de crecimiento del PIB es "algo menor" que la adelantada por la Fed en febrero, y es mayor su cifra para la inflación subyacente -que no cuenta los alimentos y la energía, que son muy volátiles-, explicó el titular del banco central.
Las causas de este empeoramiento de las perspectivas son "el aumento abrupto reciente de los costos energéticos y una inflación mayor que la esperada en general", señaló el presidente del banco central.
La Reserva Federal ve a la economía estadounidense en un "período de transición", en el que abandona el ritmo "rápido" de crecimiento de los últimos tres años y se ajusta a unas tasas acordes a su capacidad productiva, lo que desinflará el alza de precios.
El consumo se ha moderado, constató el titular de la Fed, pero la inversión seguirá a un compás "sólido". Sin embargo, esta previsión benigna de inflación podría salir mal, alertó Bernanke, que asumió su cargo el 1 de febrero.
"Si el patrón de datos elevados de inflación es más prolongado o más intenso que lo esperado actualmente, este mayor nivel de inflación podría incorporarse a las expectativas de inflación del público", señaló Bernanke.
"Una inflación más alta y persistente corroería el rendimiento de la economía real, y combatirla sería costoso", alertó.
En su discurso, Bernanke no hizo referencia a los datos más frescos divulgados hoy por el Departamento de Comercio.
El Indice de Precios de Consumo (IPC) se elevó un 0,2 por ciento en junio, su menor alza en cuatro meses, pero la inflación subyacente aumentó un 0,3 por ciento ese mes, una décima más que lo esperado por la mayoría de los analistas. EFECOM
cma/mla/olc/hma/jj