
A finales de la semana que viene, concretamente el jueves y el viernes, tendrá lugar la cumbre financiera centrada en los acuerdos que han de definir los Presupuestos europeos para el periodo 2014-2020. Si el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, ya adelantaba la semana pasada que quería que la lucha contra el paro juvenil en Europa tuviera un papel más destacado en estas nuevas cuentas, esta semana era el primer ministro italiano, Mario Monti, quien presentaba ante la canciller alemana Angela Merkel la necesidad de que el Presupuesto comunitario dé un paso adelante en políticas concretas que incentiven el crecimiento.
Encuentros bilaterales
Y la actividad no para. Este domingo serán Monti y el presidente francés, François Hollande, quienes traten de buscar puntos en común en sus propuestas presupuestarias, y la canciller tratará, sin duda, el mismo tema en su visita el próximo miércoles a París, cuando se entrevistará con el primer ministro galo. Y el lunes no sólo el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy está invitado a Berlín. Le acompañarán varios de sus ministros para tratar temas bilaterales con sus homólogos alemanes. No se trata de una reunión para intercambiar impresiones acerca de las cuentas comunes, sino de la Cumbre Bilateral Hispanoalemana que tiene lugar una vez al año al más alto nivel entre ambos países. Esto no quita que, evidentemente, los Presupuestos vayan a ser un importante asunto que tratarán los mandatarios.
Otros temas que protagonizarán el encuentro serán los acuerdos bilaterales en materia de educación y trabajo, así como la aplicación de las medidas de austeridad por parte del Ejecutivo español y la valoración de la evolución de la crisis de la deuda. Rajoy y Merkel ya coincidieron hace días en la cumbre UE-América Latina y Caribe que se celebró en Santiago de Chile.
Los líderes europeos intentarán en esta ocasión por segunda vez llegar a un acuerdo sobre las perspectivas financieras para los próximos años, tras el fracaso de la cumbre de noviembre, donde no se logró ningún resultado de cara a los Presupuestos comunitarios. Sin embargo las posiciones siguen casi igual de distantes, porque, como reconoció el jueves la canciller Merkel, todos los países defienden también sus propios intereses.
Mientras un gran grupo de estados, encabezados por Reino Unido y Alemania, aboga por políticas de ahorro -la famosa disciplina presupuestaria- y por no aumentar las propuestas iniciales de la Comisión, en línea con la austeridad que se pide a los Estados miembros, otros miembros como Italia hablan abiertamente de poner en práctica políticas concretas de impulso del crecimiento.
Otro punto de desencuentro, como es natural, se refiere a la distribución de los recursos en sectores, que se traduce en la distribución por países. Las ayudas agrícolas, en el marco de la PAC, son en este sentido uno de los caballos de batalla de España, así como de Francia e Italia, mientras que hay varios interesados en suprimirlas. La lucha por los fondos de cohesión va en la misma línea.