Madrid, 18 jul (EFECOM).- El director general de Desarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Francisco Amarillo, animó hoy a las cooperativas agrarias para que "no dejen pasar el tren de la distribución de los biocarburantes".
Amarillo, que asistió a las I Jornadas sobre Energías Renovables organizada por la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE), explicó que si los agricultores no toman ahora esta iniciativa, "alguien organizará el mercado pero también marcará los precios".
Por ello, hizo un llamamiento "para que no se repita la misma situación que hace 20 años, cuando las cooperativas hortofrutícolas dejaron pasar la oportunidad de distribuir sus productos y formar cadenas de supermercados".
Explicó que el combustible fósil es limitado, cada vez más caro y contaminante, y abogó por aumentar hasta el 10 por ciento el mínimo establecido en el 5,75 por ciento de biocarburantes en 2010, aunque explicó que "no es posible porque es muy poco tiempo y no se pueden forzar las cosas".
Cuantificó que para producir el 5,75 por ciento de biocarburantes en 2010 con colza en una mezcla del 25 por ciento, sería necesarias 420.000 hectáreas de este cereal; mientras que para cumplir las 750.000 toneladas de bioetanol comprendidas en el Plan de Energía Renovables, sólo con materia prima española se necesitarían un millón de toneladas de cereales.
Indicó que la sociedad debe plantearse desde un punto de vista tecnológico cómo va sustituir la mayor parte del combustible fósil por el biocombustible, "aunque es una revolución muy profunda y conlleva también otro tipo de trastornos".
Sin embargo, desde el punto de vista agrario esta transformación permite a las cooperativas que se conviertan en productores importantes de bioenergía, sobre todo en el campo de la remolacha.
El director general de CCAE, Eduardo Baamonde, explicó que con estas jornadas pretenden hacer un balance de la situación actual del sector y de la promoción de las Administraciones, así como una proyección de futuro, dado que son inversiones con amortizaciones a largo plazo y que deben ser rentabilizadas.
Detalló que mientras que en la zona del Levante el potencial está en la energía fotovoltáica, en la Cornisa Cantábrica es la energía eólica la más importante, mientras que en otras muchas zonas como Castilla-La Mancha, Navarra o Castilla y León, el potencial se encuentra en la fusión de cereales y oleaginosas para la producción de cultivos bioenergéticos.
Pidió "una política comunitaria y nacional estable" que permita garantizar a corto medio plazo las inversiones necesarias en instalaciones y planificaciones de cultivos.
Apuntó hacia las cooperativas como un instrumento eficaz ya que "no sólo pueden producir sino que también consumen y pueden distribuir energía, sobre todo biocombustibles, a los propios productores asociados".
El presidente de CCAE, Ricardo Martín, por su parte, señaló que las cooperativas son empresas que buscan rentabilidad y que ven en los biocarburantes una oportunidad, pero que "debe llevarse a cabo con producciones agrarias".
Explicó que aunque en algunos casos las cooperativas pueden dedicar las estructuras a energía fotovoltáica o eólica, en CCAE "apostamos fundamentalmente por que nuestras producciones excedentarias sean transformadas en alternativas para la energía fósil".
Por ello, pidió al Gobierno dinero, pero "también normativas, que regulen este sector, para que la Administración marque la política, y no la gran distribución". EFECOM
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