Economía

Niño Becerra: "El estado de España es tan desesperado que hay que arañar lo que se pueda"

A finales de noviembre, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) publicó un informe en el que reclamaba a España un contrato único, subir el IVA y abaratar el despido y una batería de medidas más para impulsar el empleo y mejorar la competitividad.

El economista Santiago Niño Becerra ha analizado recientemente el citado informe. Piensa que no serán todas, pero lo más probable es que "muchas de esas órdenes" se aplicarán. ¿Mejorará España con ellas?, se pregunta. "En absoluto".

No traerán una mejora, en su opinión, "ni en toda España ni en las zonas que en España se hallan en una menos mala situación". Pero cree que "se aplicarán porque, pienso, el estado de España es tan desesperado que hay que arañar lo que se pueda donde se pueda a fin de garantizar que España pague lo que realmente pueda pagar", escribe en su blog de La Carta de la Bolsa.

Entre otras muchas medidas, la OCDE reclama avanzar hacia el contrato único, reducir las indemnizaciones por despido improcedente, aumentar los productos y servicios que se acogen al tipo general del IVA o rebajar las cotizaciones sociales.

Además, aconseja la eliminación de la jubilación parcial, más control sobre el cobro del paro e implantar impuestos nacionales verdes a productos cuyo consumo eleva las emisiones de CO2, especialmente los carburantes de automoción.

Ahora bien, "que la OCDE venga a hacer de poli malísimo tiene muchas ventajas", piensa Becerra. "Viene de fuera de la UE; no es miembro de la troika (BCE, CE, FMI); la imagen que de ella se tiene es técnica; nunca ejecuta ni lleva a término, sólo sugiere, estudia, informa; no está manchada con barros de pasadas crisis y no sale en las pancartas de manifestaciones de Indignados".

Y posiblemente, lo que es más importante, piensa Niño Becera, es que "es muy poco conocida por el gran público. Es decir, tiene licencia para decir lo que hay que hacer pudiendo salir por la puerta delantera tras decirlo".

Aún más pesimista, el economista concluye: "Los políticos, en el Gobierno o no, dirán lo que quieran, pero este informe de la OCDE me huele muy mal". En su opinión, "parece un punto final. Y los finales en estas circunstancias siempre suelen inaugurar principios tristes".

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky