El Banco de España observa claras indicaciones de que se avanza en procesos de ajustes en las empresas que mejoran la competitividad. A lo largo de este año, la reducción de plantilla ha sido el mecanismo por el que han optado la mayoría, frente al ajuste de salarios, aunque la tendencia está cambiando.
Según destacó, "desgraciadamente" los recortes de empleo siguen siendo el mecanismo "más importante" hasta 2012 para elevar la competitividad. El ajuste de plantillas se fundamentó en el empleo temporal, que aceleró su destrucción hasta el 14,9%.
Según los datos trimestrales adelantados hasta septiembre recogidos por el BdE, se desprende que este año se ha mantenido la caída del empleo, que se ha producido a un ritmo más pronunciado. "La tasa de variación habría pasado del -0,8% al -2,5%", ha indicado el director general de servicios de estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina.
Pero desde el Banco de España observan ya una transición de este modelo hasta "un momento en el que el ajuste se traslada a la moderación salarial", indicó Malo de Molina en la presentación de la central de balances del Banco de España, que recoge datos agregados de las empresas españolas.
Esta moderación se fundamentó en el efecto "traslado" de los reducción o contención salarial que se está produciendo en el sector público. "Ya se perciben algunos efectos de mayor flexibilidad salarial por la reforma laboral", ha explicado.
La reforma laboral
Y es que, según Malo de Molina, son patentes los efectos positivos que la reforma laboral está teniendo para mejorar la competitividad de las empresas, al enfocar el ajuste de los costes laborales para la recuperación de la competitividad de la economía española se produzca vía salarios y no mediante despidos.
La flexibilidad interna que se está consiguiendo a través de estos ajustes laborales facilitarán la recuperación del empleo, apuntó.
Por otra parte, en un contexto de fuertes incertidumbres sobre la economía española y en plena recesión, los datos del BdE reflejan que el ambicioso proceso de reducción efectiva del volumen de deuda por parte de las empresas no está mejorando los ratios de apalancamiento por la caída del valor de los activos.
"El desapalancamiento empresarial está avanzando, aunque es un proceso lento y es particularmente difícil cuando se disminuye la actividad de las empresas y sus beneficios", apuntó Malo de Molina, tras indicar que desde 2009 el total de deuda de las empresas se habría reducido un 7%.
Caída de resultados
Este contexto de reducción de las deudas, de menor actividad y de dificultades generales en la economía española han llevado a que, según los datos trimestrales hasta septiembre de 2012, el ajuste de resultados sería del 57,2%.
"En una situación de tensión financiera (...) las empresas tienen deterioros en la tenencia de activos y eso resta beneficios por operaciones atípicas", explicó el director de servicio de estudios del Banco de España. En 2011, este dato se había situado en el 17%.
"Los datos de las empresas de la central de balances reflejan la recaída en la actividad, la generación de empleo y los resultados empresariales en 2011 y en 2012, cuando esa caída se intensifica en las tres variables", agregó.