
El Gobierno está decidido a reducir la estructura de la Administración. Y los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre de 2012, publicada ayer por el INE, demuestran que ya lo está haciendo. Mientras que el empleo privado ha descendido en 47.600 personas en el tercer trimestre del año, hasta los 14.328.600, en el sector público se ha producido un recorte de 49.400 personas, de modo que se sitúa en las 2.991.700, rompiendo a la baja la barrera psicológica de los tres millones de empleados públicos. Este nivel tan bajo no se alcanzaba desde el tercer trimestre de 2008.
Desde el comienzo de la crisis se ha incrementado la oferta de empleo en el ámbito público con el objetivo de frenar la sangría de puestos de trabajo provocada por la desaceleración económica. Los últimos datos de la EPA, en cambio, muestran que el ajuste en el ámbito privado comienza a ver la luz al final del túnel. En concreto, la tasa interanual de caída del empleo público ha sido del 7,1%, mientras que en los ocupados del sector privado el ritmo de retroceso se suavizó entre julio y septiembre hasta una caída del 4,06%.
O dicho de otro modo, si entre el primer y el tercer trimestre de 2011 se perdieron 30.100 empleos en el ámbito privado, en el mismo periodo de este año, la pérdida de puestos de trabajo se ha reducido a 500.
Por el contrario, entre enero y septiembre de 2011 se ganaron 34.700 asalariados en el sector público, mientras que en el mismo periodo de este año se han reducido en 112.4000.
En total, se han destruido 96.900 empleos, un retroceso del -0,56% respecto al trimestre anterior. Así, la cifra de ocupados recupera los niveles de hace casi una década, 17.320.300 personas.
Ajuste necesario
Respecto al ajuste que se está produciendo en el sector público, la ministra de Empleo, Fátima Báñez, aseguró que estos trabajadores preocupan al Gobierno "de la misma manera", aunque las cifras también muestran que se está llevando a cabo el ajuste "necesario" para que la economía vuelva a crecer y ser competitiva.
El empleo se ha comportado mejor en el tercer trimestre del presente ejercicio que en el del año anterior, cuando se perdieron 146.800 empleos.
Desde la CEOE destacaron el ajuste que se está produciendo en el sector público, y vaticinaron que "continuará en un entorno de consolidación presupuestaria". También se mostraron esperanzados en que el ajuste de empleo "debería ir moderándose a medida que el sector público vaya minorando el ritmo de destrucción de empleo".
En cualquier caso, los datos de la EPA muestran nuevos récords. El paro subió en 85.000 personas en el tercer trimestre respecto al anterior, lo que supone un aumento del 1,5%. Sin embargo, en el mismo periodo un año antes se registraron 144.700 parados más. El saldo total de desempleados alcanzó los 5.778.100 personas. Se trata de una cifra que los registros jamás habían visto hasta el momento. Y es que, por primera vez en democracia, el desempleo ha rebasado la cota psicológica del 25%, -25,02%-, frente al 24,63% en el que cerró el mes de junio. En un año, la cifra total de desempleados se ha incrementado en 799.7000.
Más paro femenino
El descenso de la ocupación ha afectado en mayor medida al colectivo femenino, 68.700 empleos menos (-0,87 por ciento), frente a los 28.200 puestos de trabajo que se destruyeron entre los hombres (-0,3%). Por su parte, el paro impactó casi en exclusiva a las mujeres, con 75.500 desempleadas más, lo que implica un alza del 2,9%, frente a los 9.500 hombre, un 0,3% más. Así, la tasa de paro masculina se resiste aún a romper el 25%, y se queda en el 24,68%, mientras que la femenina es del 25,41%.
Por sectores, el tercer trimestre se ha cebado entre los parados de larga duración (más de un año en el desempleo), al aumentar en 83.300 personas, un avance del 3,3%. Un colectivo que ya supera los 2,5 millones de personas, es decir, el 44,6% del total de parados en España lleva más de doce meses sin empleo. Este grupo se ha incrementado un 21,6% en el último año.
La siguiente mayor subida la han protagonizado las personas que se incorporan al mercado laboral. Así, suman 59.100 parados más, un alza del 12%. El bronce ha sido para la agricultura, que sumó 17.600 parados, un 6,3%, que se explica por el final de la temporada.
Por el contrario, la construcción redujo el paro en 35.900 parados menos, en los servicios lo recortaron en 28.100 , y la industria lo redujo en 11.100 parados.
Industria se salva
Sobre la destrucción de empleo por sectores, éste afectó a todos los sectores, salvo a la industria, que consiguió generar 3.700 empleos. En construcción se perdieron 56.100 puestos de trabajo, entre julio y septiembre, mientras que en los servicios se destruyeron 32.700 empleos. La agricultura, por su parte, perdió 11.900 ocupados.
En el tercer trimestre, el número de asalariados disminuyó en 164.100 personas. Quienes tenían contrato temporal aumentaron un 0,4%, en 15.300, mientras que los asalariados con contrato indefinido se redujeron un 1,6%, es decir, en 179.400. De modo que la tasa de temporalidad en el 24,04%, cifra casi cuatro décimas por encima de la del trimestre anterior.
Todo el empleo destruido en el tercer trimestre del ejercicio fue a tiempo parcial (-111.800), un 4,3% menos, frente al alza de 14.800 empleos a tiempo completo, una décima más.
Por comunidades autónomas, el paro se incrementó durante el tercer trimestre de 2012 en nueve de ellas. A la cabeza, 61.300 parados más.; la Comunidad Valenciana, con 26.500 personas desempleados más; y Murcia, 20.600 más. Los mayores descensos: Madrid, 15.100 parados menos; Galicia, con una caída de 11.900 parados y Castilla-La Mancha, con 9.600 menos.
La ocupación cayó en ocho comunidades autónomas. Las regiones más afectadas fueron Andalucía, 58.400 ocupados menos y Cataluña, con 36.300 menos. Al otro lado de la balanza, las Islas Baleares, donde se crearon 25.200 puestos de trabajo más, y Extremadura, con un alza de 16.300 empleos.
El número de hogares con todos sus miembros en paro llegó a 1.737.900 en septiembre. Esta cifra implica 200 más que la anunciada en junio y 312.700 más que hace un año (el 21,94% más). Si la comparación se realiza con el mismo periodo de 2011, los hogares con todos los miembros ocupados bajaron en 536.700, lo que supone un descenso del 5,92%.
Las reacciones sobre la EPA no fueron ni inesperadas ni sorprendentes. Durante la valoración que realizó el secretario de Estado de Economía, Fernando Jiménez Latorre, éste admitió que para ver datos positivos sobre empleo habrá que esperar hasta la segunda mitad de 2013. Argumentó que las reformas "toman su tiempo".
PSOE: mucho que callar
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, reprochó "la política del Gobierno de Mariano Rajoy Ejecutivo" que haya "más paro, menos protección en el desempleo y más precariedad en el trabajo". "Prometió solucionar el problema del paro y cuya primera medida, la reforma laboral, lo ha agravado de manera clamorosa", criticó. "Los padres se quedan en el paro, pero a los hijos no se les ofrece nada", dijo.
Más dura, la portavoz del PSOE en el Congreso, Soraya Rodríguez, reclamó la comparecencia urgente de Rajoy para explicar "estas cifras dramáticas" y reflexionar sobre los "efectos perversos de la reforma laboral y de la política económica". Recordó que, en 2010, Rajoy "tuvo la desvergüenza y la desfachatez de ir a la cola de una oficina del INEM para decir que cuando él gobernase descendería el paro".
Por su parte, Antonio Gallego, portavoz de Presupuestos del PP en el Congreso, calificó de "absolutamente dramático" el escenario de la EPA. Pero rechazó los reproches del PSOE. "Quienes dejaron cinco millones de parados, los que doblaron la cifra del paro de 2008 a 2011, tienen poco que decir y mucho que callar", zanjó.
Desde UPyD también criticaron la reforma laboral. Creen que la EPA confirma el "fracaso" de la norma y la precarización del empleo. La portavoz nacional de la formación, Rosa Díez, dijo que reflejan "la resignación ante el drama del paro". Y acusó al Gobierno de "falta de sensibilidad y de calor".
El secretario general de CCOO, Fernández Toxo, calificó de "mala sin paliativos" la EPA, consecuencia de la reforma laboral, "que acelera la destrucción de empleo", y a la caída de la actividad.