
Los nacionalistas flamencos han obtenido una victoria histórica en Amberes al alzarse con la alcaldía de la segunda ciudad belga y capital económica del país, amén de hacerse con la victoria en las elecciones regionales de Flandes. Tras el respaldo de los electores, han endurecido su discurso secesionista: "Los flamencos tenemos que defendernos, tenemos que gestionarnos como entendamos".
El fantasma del secesionismo de las regiones más ricas está alimentándose con la crisis, creando una crisis paralela a la crisis económica que vive el Continente. Además de Bélgica, hay un giro en este sentido en España (Cataluña y País Vasco), Gran Bretaña (Escocia) e Italia (Venecia). "La hora de los egoístas": la crisis aviva el independentismo en Europa.
En este contexto, el partido independentista Nueva Alianza Flamenca (N-VA) ha ganado las elecciones regionales que se han celebrado este domingo en Flandes, mientras que su líder, Bart de Wever, se ha adjudicado la alcaldía de Amberes. "Lo que hemos hecho hoy es histórico. Hemos llegado a un punto de no retorno en la historia", afirmó De Wever tras conocer los resultados de los comicios en Amberes.
El N-VA logró el 36,3% de los votos en los comicios locales y regionales celebrados el domingo en Bélgica, y con ello un avance por el que De Wever se mostró orgulloso durante el acto en que se declaró vencedor.
"Los flamencos tenemos que defendernos de la calle de la Loi", en referencia a la avenida bruselense en donde tienen sus sede la mayor parte de los ministerios belgas, dijo el alcalde electo, quien subrayó que "los flamencos tenemos que gestionarnos como entendamos". "Por eso apelo a Di Rupo. Políticos francófonos, responsabilizaos y preparaos con nosotros para la reforma confederal. Es el único camino para salir de esta crisis", afirmó D Wever.
El líder del NVA ha ganado las elecciones municipales en Amberes, con el 36% de los votos, frente al 29,6% de las papeletas que ha conseguido el candidato del Partido Socialista-Diferente, Patrick Janssens.
La victoria de De Wever en Amberes marca un hito histórico, ya que es la primera vez que los socialistas se ausentarán de la Alcaldía de Amberes desde la Segunda Guerra Mundial, a excepción de un breve periodo se seis semanas en 1976.
Fracaso del Gobierno
Por su parte, la alianza de tres partidos políticos con la que la coalición gubernamental del primer ministro belga, Elio Di Rupo, se presentaba a los comicios regionales en Flandes, ha sufrido importantes pérdidas en términos electorales.
Con esta victoria, De Wever se resarce del fiasco que supuso para el N-VA la formación del Gobierno actual tras las elecciones de 2010, que terminó con ese partido separatista fuera del Ejecutivo, pese a haber sido la lista más votada, en favor de una coalición de seis partidos francófonos y flamencos.
Tras conocerse el avance separatista en el norte del país, el presidente de los federalistas francófonos flamencos (FDF), Olivier Maingain, señaló que el resultado "es dramático, pero era previsible", según señaló el diario francófono La Voix du Nord en su edición digital.
Maingain consideró que este resultado es "un fracaso personal" para Di Rupo, pues en su opinión "prueba que el Gobierno actual no ha logrado calmar el apetito de los nacionalistas flamencos".