Reducir al mínimo el coste para el contribuyente europeo y permitir que España mantenga abierto el acceso a los mercados. Con este objetivo, la Eurozona sigue estudiando de qué manera puede contribuir a reequilibrar las finanzas públicas si el país pide ayuda. Rajoy se muestra tranquilo: "Europa dará un salto hacia adelante muy pronto".
La última propuesta en este sentido pasa por que el fondo de rescate garantice una parte de la deuda emitida por España, lo que ofrecería un seguro a los inversores que compren bonos del gobierno español.
Bajo este esquema, que analizan actualmente España, Francia, Alemania e Italia, el fondo de rescate permanente (MEDE) de la Eurozona, que entrará en vigor previsiblemente el lunes 8 de octubre, garantizaría entre un 20 y un 30% de cada nueva emisión de España.
Este podría ser uno de los temas a tratar en la reunión informal que mantendrá mañana en Malta el presidente del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, con sus homólogos de Italia y Francia.
Según fuentes europeas que cita Reuters, este plan podría costar alrededor de 50.000 millones de euros. Ello permitiría a España cubrir sus necesidades de financiación y desencadenar las compras de deuda del BCE en el mercado secundario. Las mismas fuentes señalan, sin embargo, que no se ha tomado ninguna decisión al respecto y que pueden pasar semanas antes de que el plan sea discutido y finalizado.
Si esta propuesta tiene éxito, se lograrían dos importantes objetivos: España sería rescatada sin agotar el fondo europeo y no habría contagio a Italia.
El primer ministro de Finlandia, Jyrki Katainen, ya dejó entrever esta idea en una entrevista realizada ayer con Le Figaro, tras reunirse con el presidente francés, François Hollande. Eso permitiría al país mantener el acceso abierto a los mercados y a los socios europeos gastar menos, aseguraba Katainen. "Hoy nadie puede darse el lujo de aumentar la potencia de fuego del MEDE más allá de los 500.000 millones" del fondo de rescate, agregó.
Sería la primera vez que la Eurozona usase este esquema de seguro de pérdidas, creado el año pasado para ayudar a los países vulnerables antes de que pierdan el acceso a los mercados, en contra de lo que ocurrió con los rescates completos aplicados a Grecia, Irlanda y Portugal.
Más opciones
Otra opción sería que el MEDE comprase bonos españoles en cada emisión, pero podría ser más caro y no alcanzar el mismo grado de apalancamiento. El reglamento del fondo de rescate permitiría comprar hasta la mitad de la emisión de bonos de cualquier como parte de un programa de asistencia.
En cada uno de los casos, España tendría que firmar un memorando de entendimiento con sus socios de la zona euro, comprometiéndose a un calendario de aplicación de medidas de austeridad y reformas económicas, y aceptar la supervisión internacional de su cumplimiento.
En la jerga comunitaria, el rescate podría tomar la forma de una línea de crédito con condiciones mejoradas con protección de los inversores (ECCL+ por sus siglas en inglés), un mecanismo que permite a un país tomar fondos de una línea de crédito de la zona euro y usarlos para comprar sus propios bonos en el mercado primario o proteger a los inversores que compran deuda.
"Estamos hablando de no más de 50.000 millones de euros", señala a Reuters una de las fuentes. "Un programa completo llevaría a España a salir del mercado y podría costar alrededor de 300.000 millones de euros en dos años", señala una segunda fuente. "Pero nadie quiere un programa completo, nadie los quiere sacar del mercado".