
Grecia necesitará un tercer paquete de rescate de la Eurozona y los acreedores europeos tendrán que buscar dinero para ello, según ha desvelado un alto cargo del Fondo Monetario Internacional (FMI). El ministro de Finanzas griego desmiente que necesiten un tercer rescate.
Thanos Catsambas, director ejecutivo alterno del fondo y representante de Grecia ante el mismo, ha asegurado en una entrevista con el diario The Wall Street Journal que el país heleno "necesitará financiación adicional, que podría tomar forma de participación del sector oficial (forma suave de decir una quita o una refinanciación del crédito) o créditos adicionales, espero que en términos más favorables".
Catsambas es un veterano miembro del FMI con experiencia en programa del fondo en Europa, Asia, Latinoamérica y Oriente Medio. En su actual posición, está al tanto de las negociaciones entre Grecia y la troika de acreedores (el FMI, la Unión Europea y el BCE).
Un portavoz del FMI ha aclarado al diario inglés The Guardian que no era correcto describir a Catsambas como miembro del fondo, aunque sí ocupó en el pasado los cargos referidos por el WSJ. Eso sí, han confirmado que su actual puesto es el de representante de Grecia en las negociaciones con sus acreedores.
Los representantes de la troika están actualmente en Atenas para evaluar la situación de Grecia y decidir sobre el desembolso de un crédito de 31.000 millones de euros, tramo correspondiente a su segundo rescate de 173.000 millones de euros. Sin este dinero, el gobierno de Samaras se quedaría sin liquidez, aunque no se espera una decisión hasta noviembre.
Se trata de la última oportunidad para Grecia, que debería entonces buscar otras vías de financiación para cumplir sus obligaciones. En un escenario extremo, esto podría incluir dejar la Eurozona y comenzar a imprimir una moneda nueva. Esta opción es una "opción indeseable que retrasaría al país muchos décadas", señaló Catsambas.
El presidente Samaras ha pedido a sus socios europeos una extensión de dos años para cumplir con la reducción del déficit, lo que supone un agujero de 20.000 millones que cubrir. El Gobierno ha tratado de financiarse incrementando las emisiones a corto plazo, pero Carsambas asegura que "sería totalmente irreal" asumir que lo puede hacer siempre.
Por ello, el miembro del FMI ha insistido en que la Eurozona y el BCE deben cubrir ese agujero. "La extensión en los créditos del FMI es imposible, ya que los normas no son negociables".
El problema son los incumplimientos de Grecia. Según Catsambas, el FMI estima que el gobierno del anterior presidente, Lucas Papademos, solo cumplió con el 22% de sus compromisos en 2011, y destacó especialmente que todavía debe reducirse el sector público.
Las opciones que hay sobre la mesa para esta "participación oficial" serían primero, la menos controvertida, otro recorte de los intereses del rescate. Después, otras mucho más polémicas, como extender el plazo de pago de los mismos, siendo la más controvertida de todas una reducción del valor de un 30% en los bonos griegos, según las fuentes del diario.
También se plantea un escenario en el que los gobiernos de la Eurozona acepten quitas en los créditos bilaterales realizados a Grecia por un importe de entre 30.000 y 50.000 millones.
Sin embargo, ningún país tiene intención de dejar más dinero a Grecia ni han contemplado la reestructuración de la deuda griega. Catsambas reconoce que esta participación oficial (OSI, por sus siglas en inglés), será difícil de acordar por muy necesaria que pueda parecer.