El gasto personal de los ciudadanos estadounidenses aumentó un 0,4% en julio, después de permanecer estable en junio. Es el primer incremento en tres meses.
Por su parte, los ingresos personales aumentaron un 0,3%, lo mismo que en los últimos tres meses.
Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media un alza de los gastos del 0,5% y de los ingresos del 0,3%.
Dado que el gasto aumentó más rápido que los ingresos, la tasa de ahorro personal se redujo hasta el 4,2% desde una cifra revisada del 4,3% en junio.
Además, la inflación, medida por el índice de precios subyacente PCE subió menos de un 0,1% en julio, lo que indica que hay poca amenaza inflacionista en la economía estadounidense.