Bien es sabido que el multimillonario inversor, George Soros, es una pieza clave del partido demócrata. Su apoyo a las causas liberales son más que conocidas y de ahí que su figura haya sido muy importante a la hora de apoyar a la administración del presidente Barack Obama.
Sin embargo, según adelanta la prestigiosa revista New Yorker, el co-fundador del Quantum Fund, está molesto con el trato que el equipo del mandatario está dando a uno de los individuos más ricos del planeta. Al parecer, Soros ha querido reunirse en diversas ocasiones en la Casa Blanca con Obama para discutir los pormenores de la marcha económica de EEUU y los retos que enfrenta la economía global.
Bien, según indica el New Yorker, la administración Obama no ha respondido debidamente a la petición del inversor, quien finalmente se reunió con Obama en una visita relámpago que el presidente realizó a Nueva York para atender otros compromisos, un hecho que enfadó a Soros.
Según fuentes cercanas al inversor, Soros está molesto, no porque Obama no le recibiera en la Casa Blanca sino porque parece que la administración del presidente "no le quiere tomar en serio". "Han pasado de él", asegura la fuente quien explica que Soros "no quiere una recepción en la Casa Blanca o una cena de Estado sino que se le tome en serio", a la hora de poder ofrecer sus consejos sobre la marcha de la economía mundial.
Los hedge funds que sí apoyan a Obama
Parece que no todos los gestores de fondos de inversión libre han preferido apoyar la campaña del republicano, Mitt Romney. Es cierto que, de momento, en lo que llevamos de 2012, el 70 por ciento de las donaciones de los empleados de hedge funds ha ido a parar a manos de la campaña republicana, según la revista Absolut Return Alpha.
Aún así, otros gestores importantes como Scott Nathan, director de Baupost Group, Wim Kooyker, presidente de Blenheim Capital Management o Jim Chanos, de Kynikos Associates, han donado entre 50.000 y 500.000 dólares a la campaña de presidente Barack Obama, según datos recopilados por la revista en su próximo número de octubre.
Soros da tres meses de vida al euro
