
El Producto Interior Bruto (PIB) de Alemania subió un 0,3% en el segundo trimestre del año en comparación con los tres meses anteriores, cuando el crecimiento fue del 0,5%.
A pesar de esta desaceleración del ritmo de avance de la economía, el dato ha sido mejor de lo esperado por el mercado. Los analistas consultados por Bloomberg esperaban de media un crecimiento trimestral del 0,2%.
"La economía de Alemania es muy dependiente de las exportaciones", ha comentado Tobias Blattner, economista de Daiwa Mercados Internacionales de Londres. "Cuando las cosas van bien, eso es su fuerza, cuando no lo hacen es el talón de Aquiles. Tendremos suerte si tenemos un crecimiento plano para el resto del año", ha añadido.
La expansión del segundo trimestre fue impulsada por el consumo y el comercio neto, con exportaciones creciendo más que las importaciones. Esto compensó una disminución de la inversión de las empresas, sobre todo en instalaciones y maquinaria.