CiU decidió ayer dar un nuevo paso en su estrategia política para provocar un adelanto de las elecciones autonómicas. En la reunión semanal del Govern, el presidente de la Generalitat y de CiU, Artur Mas, dio el visto bueno a la decisión de que su consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, no asistiera ayer tarde a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) convocado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Este golpe sobre la mesa de CiU tiene como objetivo que el Gobierno permita a Cataluña flexibilizar el objetivo de déficit que exige a Cataluña el ministro de Hacienda Cristóbal Montoro.
El portavoz del gobierno catalán, Francesc Homs, explicó ayer que Mas-Colell envió una carta al ministro de Hacienda explicando las razones de su ausencia y "pidiendo una rectificación". "Europa rectificó respecto a los objetivos de déficit español, Europa se dio cuenta de que los compromisos eran imposibles de cumplir. Si Europa ha sido capaz de rectificar, el Gobierno español también", argumentó Homs.
La Unión Europea rebajó del 5,3 al 6,3 por ciento el límite de déficit para las Administraciones Públicas españolas para este año, aplazando a 2014 el 3 por ciento obligatorio para todos los países de la zona euro. Pese a esta rebaja, Montoro se mantuvo firme, sin extrapolar la rebaja a las autonomías. Para 2013, las comunidades tienen que llegar a la meta del 0,7 por ciento de déficit, dos décimas por encima de lo previsto en el Plan de Estabilidad 2012-2015 que España remitió a Bruselas en primavera.
Otro de los motivos de desencuentro entre Gobierno y Generalitat se halla el reparto de los esfuerzos para cumplir los objetivos de déficit. CiU asegura que la Generalitat es responsable de más del 60 por ciento de los gastos, sobre todo del gasto social, cuando sólo recibe el 35 por ciento de lo recaudado.
Según el portavoz, el Estado español "no nos está proporcionando la liquidez necesaria para lograr el déficit acordado que es del 1,5 por ciento" y recordó que los pagos de final de mes al sector concertado dependen del Gobierno, en referencia al impago de los conciertos con los geriátricos que la Generalitat ha anunciado para este mes. "Pedimos también al Gobierno que asuma sus responsabilidades y que rectifique", exclamó.
La polémica de ayer eleva el tono de enfrentamiento entre CiU y PP, que hasta ahora habían mantenido un rol de aliados parlamentarios en el Congreso y en el Parlament. La ruptura de esa alianza recíproca conllevará que CiU no cuente con una mayoría parlamentaria en la cámara catalana para sacar adelante los presupuestos del año 2013 y que Artur Mas convoque elecciones anticipadas.
Victimismo de CiU
El victimismo político de CiU tiene como objetivo capitalizar el malestar de los catalanes contra lo que ellos consideran "el maltrato de Madrid", un mensaje que ha calado ya muy hondo entre la ciudadanía catalana. "El haber decidido dejar de pagar los asilos y no los conciertos a los colegios forma parte de la estrategia para acrecentar ese malestar", denunciaron ayer fuentes de la oposición parlamentaria. CiU planteará las próximas elecciones como un referéndum sobre el pacto fiscal que la semana pasada aprobó el Parlament, un modelo que reclama que sea la Generalitat el recaudador de todos los impuestos de los catalanes y que luego sea la Administración catalana la que realice liquidaciones al Estado, justo lo contrario que sucede en la actualidad. Las encuestas que maneja CiU sobre esta propuesta es que cuenta con el apoyo del 70 por ciento de la población, lo que, muy probablemente le daría a CiU la mayoría absoluta en unas elecciones autonómicas.
"La miopía política de Montoro y de Mariano Rajoy está dando argumentos a CiU para que inicie el camino hacia la independencia", señalaron ayer fuentes parlamentarias.