Economía

¿Cuánto aguantará España sin rescate? Las necesidades de capital serían mayores de lo previsto de aquí a fin de año

  • Apuntan a 50.000 millones en vez de los cerca de 30.000 previstos
Mariano Rajoy, presidente del Gobierno. Foto: Reuters.

La visión que los alemanes tienen sobre la situación de España es muy clara: el rescate llegará tarde o temprano porque las necesidades de financiación de aquí a final de año van a ser mayores de lo que se había previsto en un primer momento. El diario financiero Handelsblatt se pregunta hoy "España, ¿hasta cuándo?", y recoge un análisis de Reuters sobre el enorme reto al que se enfrenta España.

Según los expertos, España necesitará emitir otros 50.000 millones de euros hasta final de año, mucho más de lo que ha apuntado hasta ahora el Gobierno. Y el problema, llegados a este punto, es que no hay muchos que quieran seguir prestándole dinero a España.

"La preocupación sobre si la cuarta economía más grande de la Eurozona será capaz de satisfacer por sí sola sus necesidades de capital va en aumento", explica el diario, que resalta que las cifras oficiales y las estimaciones de los expertos que indican que hasta final de año España va a necesitar bastante más dinero de lo que se esperaba. Y es que a los apenas 30.000 millones que se habían programado desde el Gobierno para el segundo semestre del año habrá que añadirle ahora otra cantidad significativa. 

En primer lugar, habría que sumar alrededor de 10.000 millones de euros más para reducir el déficit presupuestario, tal y como se le prometió a la Unión Europea. Y en segundo luegar, hacen falta otros 12.000 millones más para mantener la solvencia de las Comunidades Autónomas (el Fondo de Liquidez Autonómico tiene 18.000 millones, pero 6.000 millones vendrán de emisiones de Loterías y Apuestas del Estado).

De esta forma, las necesidades de financiación para lo que queda de año sumarán unos 50.000 millones de euros (sin incluir emisiones de Letras), desinflando el colchón de financiación logrado por el Tesoro durante los primeros meses del año, cuando el Banco Central Europeo inyectaba fondos a tipos muy bajos en los mercados para garantizar la compra de deuda soberana.

Fuentes oficiales españolas habían presumido en los últimos meses que el Tesoro no tendrá dificultades en la segunda mitad del año tras colocar en el primer semestre 59.000 millones de euros de los 86.000 millones inicialmente presupuestados. Pero esta ventaja se ha evaporado al requerirse fondos adicionales para cubrir el déficit adicional -- 6,3% del PIB en vez del 5,3% inicialmente fijado -- y para la asistencia financiera de las Comunidades Autónomas.

Pero hay más: para España se vuelve cada vez más caro conseguir capital en los mercados. El interés de los bonos a diez años se ha incrementado recientemente a más del 7,5% por ciento, muy por encima del nivel crítico del 7%. A pesar de estas rentabilidades cada vez es más difícil encontrar suficientes compradores extranjeros para los bonos del gobierno español, lo que parece conducir a pedir una ayuda a sus socios europeos.

El Tesoro puede usar el dinero que tiene en las cuentas del Banco de España y en otras entidades para hacer frente al próximo vencimiento de deuda de 12.870 millones de euros a finales de julio. Pero una prueba más exigente se presentará los días 29 y 31 de octubre cuando expirarán un total de 20.270 millones de euros en bonos.

Actualmente, el Tesoro dispone todavía de un colchón de 28.900 millones de euros tras bajar este saldo desde los 44.000 millones de euros en abril, según información de diversos medios que tanto Economía como el Banco de España no han confirmado. Además, los meses de julio y octubre suelen ser meses favorables para España en términos fiscales al coincidir con los periodos de mayor recaudación impositiva, pero la evolución de los ingresos fiscales ha sido decepcionante y la recaudación impositiva ha caído un 5% en la primer mitad del año.

En busca de compradores para la deuda

Hasta la fecha y gracias a la "barra libre" del Banco Central Europeo, el fuerte incremento de las rentabilidades de la deuda española en el mercado secundario aún no se ha trasladado a los costes de financiación, que siguen por debajo de los niveles de los años anteriores. La rentabilidad media de la deuda española era del 3,27% a finales de junio, muy por debajo del 3,9% registrado hace un año, según datos del ministerio de Economía publicados el martes.

Pero el mantener los costes financieros en niveles sostenibles requerirá encontrar a nuevos compradores para los bonos. En las últimas semanas, los inversores extranjeros han reducido su exposición al mercado español mientras los bancos nacionales se muestran cada vez más reticentes a la hora de comprar deuda ante sus propios problemas de liquidez. Una nueva rebaja del rating de la deuda española, actualmente a un escalón del "bono basura", complicaría aún más la tarea para el Tesoro.

"No hay compradores internacionales. Los bancos pequeños no tienen capacidad para comprar más y los grandes solo renuevan los vencimientos y, en un principio, los únicos compradores reales son los bancos intervenidos por el Estado", dijo un analista de deuda soberana.

No obstante, agregó que España aún tendría capacidad de financiarse por sí misma para lo que queda de año siempre que recibiera alguna ayuda en concepto de liquidez Una de las posibles fuentes de soporte podrían ser los cientos de miles de millones de euros depositados por la banca con el BCE tras las inyecciones de liquidez a largo plazo de diciembre y febrero.

Otra opción sería el apoyo del fondo de rescate permanente en forma de compras de bonos en el mercado primario o secundario. Pero el nuevo mecanismo de estabilidad europeo no se implementará antes de septiembre y, dado que aún no dispone de todo el capital acordado, su capacidad de intervención inicial no será suficiente para proteger completamente a España de los ataques de los mercados.

"Hasta que no tenga todo el capital (este mecanismo) solo puede disparar una vez. Así que creo que la zona euro esperará hasta el último minuto antes de usarlo a favor de España porque, de no acertar con el primer tiro, morirá", explicó el analista.

El reloj corre cada vez más deprisa para España.

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