Sólo el presidente tendrá dedicación exclusiva y los vocales ejercerán su profesión
El presidente del Tribunal Supremo (TS) y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) será el único integrante de esta institución que desempeñará su función con dedicación exclusiva, ya que los 20 vocales que la componen seguirán ejerciendo su profesión y únicamente percibirán dietas por participar en las sesiones del Consejo que les correspondan, según se establece la propuesta que ha remitido al Ministerio de Justicia la Comisión Institucional de Expertos creada el pasado 2 de marzo para reformar la Ley Orgánica del Poder Judicial.
Comienzan las negociaciones
El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, que presentó ayer al Consejo de Ministros un informe sobre la propuesta, anunció que el Gobierno comenzará inmediatamente las negociaciones con los grupos parlamentarios para buscar el mayor consenso en la fórmula de elección de los miembros del CGPJ.
Según la propuesta, sólo podrán presidir el TS y el CGPJ los magistrados del Alto Tribunal con una antigüedad de al menos tres años.
El presidente desarrollará su labor auxiliado por un vicepresidente del Supremo, elegido por el Pleno entre una terna propuesta por el primero. El vicepresidente no forma parte del CGPJ, pero le sustituirá en caso de vacante o ausencia.
Se propone, además, simplificar el sistema de mayoría para la toma de decisiones. Las decisiones se tomarán por mayoría simple, reservando la mayoría reforzada para decisiones de especial relevancia.
Las decisiones relevantes seguirán en manos del Pleno, que dejará de estudiar los recursos de alzada presentados contra decisiones de la Comisión Permanente.
La propuesta reduce el número de comisiones de trabajo. Así, la Comisión Permanente asumirá las competencias que en la actualidad se repartían una quincena de comisiones. Sólo se mantendrán en funcionamiento la Comisión Disciplinaria y la de Igualdad.
El informe también propone la creación de la figura del Promotor de la Acción Disciplinaria, que será un magistrado del TS con más de 25 años de antigüedad, que contará con dedicación exclusiva para instruir los expedientes y será quien acuse ante la Comisión Disciplinaria, que actuará como tribunal.
Las resoluciones que adopte la Comisión Permanente del CGPJ podrán agotar la vía administrativa de recursos, pero sólo podrán ser recurridas ante el Tribunal Supremo. Para que ello sea posible se potenciarán los servicios del Consejo y se recomienda la creación de un Cuerpo de Letrados de la cúpula judicial propio, sin coste presupuestario, dado que las actuales plazas se amortizarán progresivamente.
El CGPJ, aunque mantendrá la autonomía presupuestaria, no podrá fijar retribuciones o dietas y estará sometido al control de la Intervención General del Estado y del Tribunal de Cuentas.
La portavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Gabriela Bravo, consideró ayer que la propuesta de reforma es un "drástico cambio de modelo para el funcionamiento del órgano de gobierno del tercer poder del Estado".
A su juicio, la posibilidad de que sólo el presidente de este órgano tenga dedicación exclusiva "permite entrever cierto desconocimiento respecto a la labor que realizamos los vocales del Consejo General del Poder Judicial". Bravo recordó que "la ley establece que una de las atribuciones del Consejo General del Poder Judicial es informar de los anteproyectos de leyes y disposiciones generales del Estado y de las comunidades autónomas que afecten total o parcialmente a la administra- ción de Justicia, y es en esos informes donde queda recogida la opinión del Pleno de la institución sobre los asuntos sometidos a su examen".