Economía

Merkel se opone a la inyección directa a los bancos y a la compra de deuda

La canciller recalca que el Gobierno español será el garante de la asistencia financiera a la banca. Hollande deja sola a Alemania en la Cumbre de Roma, al reiterar su apuesta por los eurobonos.

Ni un euro para la inyección directa a la banca y la compra de deuda, y más de 100.000 millones para el crecimiento. La cumbre cuatripartita que se celebró ayer en Roma entre el primer ministro transalpino, Mario Monti; su homólogo español, Mariano Rajoy; el presidente francés François Hollande; y la canciller alemana, Angela Merkel, concluyó sin definir un remedio concreto e inmediato a la presión sobre la deuda española e italiana.

Monti, Rajoy y Hollande no consiguieron penetrar el muro que Merkel construyó en defensa del rigor financiero y del respeto a los tratados europeos. La canciller quiso dejar claro, durante su intervención en la rueda de prensa posterior, el rechazo a medidas que vayan más allá de las normas en vigor: "¿Quién garantiza a los contribuyentes que el dinero se está gastando bien? Aquí no se trata de permitir o no permitir, hay reglas precisas que tienen que ser respetadas. Se trata de dinero de los contribuyentes y sólo el Estado puede garantizar que se está gastando bien", dijo Merkel. Hablando del caso español, la canciller reafirmó que es Madrid quien debe ser el garante de la ayuda, porque el Estado español es el único que puede controlar esos fondos. "Si doy yo el dinero a los bancos españoles no les puedo decir lo qué tienen que hacer. Esto sólo lo puede hacer el presidente español", insistió. Una explicación muy clara que, en vísperas del Consejo europeo del 28 y 29 de junio, quita del medio cualquier hipótesis acerca de una ampliación de la capacidad de acción del Banco Central Europeo o del fondo de rescate.

Monti cedía con los eurobonos

Y esto a pesar de que el anfitrión Monti llevaba días proponiendo una mediación sobre el tema, que por una vez no contemplaba los eurobonos tan detestados por Berlín: durante la última cumbre del G-20 el primer ministro transalpino se había declarado a favor de que el fondo europeo de rescate pudiera comprar directamente deuda soberana o de la banca, sin necesidad de que se pasara a través de los Estados. Una propuesta que el excomisario europeo había desarrollado en una serie de entrevistas con periódicos internacionales en las que Monti instaba nuevos mecanismos para ayudar a los países que asumieron en serio los compromisos y que sin embargo siguen sufriendo, ya que tardan mucho tiempo en obtener un reconocimiento adecuado de los mercados.

Pero la estrategia del professore italiano, a pesar del apoyo de la directora general del FMI, Christine Lagarde, se esfumó ayer en el clima diplomático de la rueda de prensa, en la que los cuatro mandatarios prefirieron "no entrar en detalles" sobre las medidas estabilizadoras.

Rajoy admite que ya se puede

Respecto a la posibilidad de que los fondos de rescate sirvan para comprar deuda de los países con dificultades, el propio Rajoy tuvo que admitir que el fondo de rescate ya puede comprar deuda en el mercado secundario, según lo establecido, y el BCE puede hacerlo en una circunstancia excepcional. Es decir, que ya existen mecanismos en caso de emergencia.

El presidente español -como Monti y Hollande-, se conformó con el pequeño paso adelante de Merkel en los estímulos al crecimiento. La canciller, pese a defender el rigor presupuestario, admitió: "El crecimiento y la estabilidad presupuestaria son dos caras de una misma moneda. La creación de empleo es el problema mas urgente en Europa". Así, al termino de la cumbre (anticipada para permitir a Merkel acudir al partido de la Eurocopa entre su selección y la de Grecia) Rajoy quiso ver el vaso medio lleno: "Lo más importante es que nos hemos comprometido a poner en marcha todos los mecanismos que sean necesarios para conseguir la estabilidad financiera en la Unión Europea. A mí eso me satisface. Es una apuesta clara, contundente y entendible por la irreversibilidad del euro. Ahora todo el mundo entiende exactamente adónde vamos todos y, además, hemos acordado ir hacia una mayor integración de todo tipo", dijo.

Queda sin embargo por entender lo que Hollande, Merkel, Monti y Rajoy pretenden con su apuesta para la irreversibilidad del euro, ya que en caso de un nuevo rescate será muy probablemente la troika quien se encargará de actuar, como ya pasó a Grecia. La idea que el galo comparte con los mandatarios italiano y español, aunque ayer no pudo ser debatida, es siempre la misma: los eurobonos. Apuntó que no debería llevar 10 años introducirlos, no dando por terminada la discusión sobre la emisión de deuda a nivel europeo: "A medida que avanza la integración europea, los eurobonos se convertirán en un instrumento útil para Europa. El Consejo Europeo debe dar una perspectiva a medio término para el continente, y los eurobonos son un ejemplo de ésta", subrayó Hollande.

Finalmente, después de que Merkel volviera a afirmar por enésima vez la importancia del respeto a las reglas como contrapartida de la solidaridad, Monti quiso concluir la rueda de prensa con una estocada a la canciller: "Si os parece exagerada la insistencia sobre las reglas de la construcción europea, os invito a considerar que hace casi 10 años, en 2003, Alemania y Francia, bajo autorización de la presidencia italiana, se salieron de las normas del euro. Nos ha costado casi 10 años reconstruir la credibilidad que no fue quebrada por los griegos o por los portugueses, sino por los principales países del euro. Esto es el valor de las reglas", destacó el primer ministro italiano

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