Los líderes europeos buscan la fórmula mágica que les permita frenar la escalada constante de la crisis de deuda. Y, al parecer, trabajan en un plan que podría presentarse como la bala de plata para poner fin a los problemas, especialmente los del sector bancario.
Bruselas trabaja, en concreto, sobre una propuesta del primer ministro italiano, Mario Monti, para crear un fondo de garantía a escala europea de los depósitos bancarios. Un fondo que, a largo plazo, también podría tomar el control de las entidades en quiebra. El mismo ayudaría a reducir la presión sobre los bancos en apuros y sería financiado con un impuesto sobre la banca, según recoge The Sunday Times.
Los países más fuertes de Europa y las instituciones financieras más saludables darían apoyo a los países y entidades más débiles. De esta forma se obligaría a los bancos a pagar una tasa anual para financiar el citado fondo, que estaría respaldado con dinero de la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el fondo de rescate permanente de la UE, el nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad. Ese es el esquema presentado por Monti.
Desde la Comisión Europea piensan que eliminar la amenaza de quiebras bancarias ayudaría a restaurar la confianza sobre los países bajo el punto de mira, como España o Italia.
La presión helena
Pendientes del resultado de los comicios griegos el próximo 17 de junio, Charles Dallara, director del Instituto Internacional de Finanzas, ha advertido de que una salida helena de la Eurozona costaría a la economía mundial más de un billón de dólares. Los analistas de Citigroup han advertido que los inversores en bonos podrían sacar hasta 400.000 millones de España e Italia si no se toman nuevas medidas.
Crear un fondo de garantía de depósitos europeo serviría para evitar la fuga de depósitos de un banco a otro, de un país a otro. Lo que está pasando desde hace meses en Grecia, por ejemplo, donde la población teme perder su dinero por una quiebra o un corralito.
La idea, sin embargo, no es nueva. Bruselas ya renunció en 2010 a proponer un fondo europeo único por problemas legales y resistencias políticas. Alemania, por ejemplo, no permitiría que sus ciudadanos o sus bancos contribuyan a un fondo que podría rescatar, sin ir más lejos, a una Caja de Ahorros española, si las autoridades germanas vía algún tipo de supervisor único europeo no han tenido previamente ni voz ni voto en el control de tal entidad.
Pero la situación ha cambiado mucho desde entonces, lo que podría contribuir a reconsiderar la propuesta. "Una vez que se haya llegado al punto de aceptar un fondo de garantía de despósitos a escala europea, se necesitará solo un pequeño paso para aceptar que este fondo podría tener más competencias", asegura uno de los asesores financieros que está trabajando en el plan. "Este podría ser el firewall, el mecanismo de seguridad que la gente está pidiendo", concluye.