Economía

Asturias, sin tiempo material para elaborar un nuevo ajuste en 15 días

Montoro rechazó el simulacro de plan basado en un ahorro ficticio de 500 millones

El único propósito de ajuste autonómico suspenso en el Consejo de Política Fiscal y Financiera del pasado jueves 17 de mayo, el plan asturiano, tendrá que ser rectificado en un plazo de 15 días. Una tarea materialmente muy difícil de llevar a cabo. El secretario general de la FSA-PSOE y candidato a la presidencia del Principado, Javier Fernández, señaló que tras el pleno de elección, que comenzará el martes 22 de mayo, está previsto que el acto de toma de posesión se celebre el sábado 26 de mayo.

Ya van nueve días desde el CPPF. En ese momento se empezarán a definir los equipos y mientras acceden a sus puestos se encontrarán en la cuenta atrás para rendir ante Hacienda, cuando ni siquiera podrán profundizar en los números heredados del anterior Ejecutivo recién conocidos.

De hecho, se piensa en elaborar un plan de acción con líneas generales y atender las recomendaciones que Hacienda añada al documento para lograr el ajuste del déficit al tope del 1,5 por ciento, desde el desequilibrio del 3,64 por ciento con el que cerró 2011, y que supone un reequilibrio por valor de 616 millones de euros, según el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas.

El porqué del suspenso

El plan presentado ante el Consejo de Política Fiscal suspendió porque no era realmente un plan de ajuste, sino un ahorro ficticio de 500 millones basado en la sequía de liquidez sufrida en las arcas asturianas. Al convocar elecciones, se funcionaba con un Presupuesto prorrogado. En el decreto de prórroga, no se incluyó la autorización de endeudamiento. Al no tener este recurso y no poder financiar parte del gasto con ingresos, quedaron bloqueados los flujos que atendían ciertas inversiones.

Para tener recurso de endeudamiento y atender pagos de actuaciones que no se podían parar, como la construcción de un hospital y algunos proyectos de telecomunicaciones en curso, habría que haber acudido al Parlamento regional. Pero la Cámara estaba disuelta por la convocatoria de elecciones. El resultado de todo este atasco entre los pagos pendiente y la carencia del recurso al endeudamiento provocó que 500 millones se concibieran como bloquedos por la situación.

La feliz idea del plan de ajuste fue apuntarse esos 500 millones como un ahorro hasta final de año, entendiéndose por parte del Ejecutivo en funciones que eran suficientes para lograr la meta del 1,5 por ciento. Una ficción que no tenía soporte real. Con todo, el documento enviado al Ministerio más que un ajuste era un resumen donde se consignaban algunas pequeñas acciones de recorte, como supresión de chóferes y teléfonos y el cerrojazo a algún organismo. Suficiente para causar enfado en Hacienda, que ha revisado otros planes de ajustes donde sí se ve una estrategia de reequilibrio. Pero claro, en Asturias, y en plena campaña electoral, no resultaba operativo afrontar el desgaste político de abordar ajustes en educación y sanidad.

Obviamente, la decisión de suspender el plan del Principado, tenía componentes políticos en su mayoría. Pero apoyados en la presentación de un plan insuficiente.

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