
Cada vez más expertos y organismos hablan de la posiblidad de que Grecia abandone la Eurozona. Muchos ya tienen listos planes de emergencia en caso de que el país abandone el euro. Pero desde UBS se plantea otro escenario distinto: Grecia sigue en el euro y acomete otra reestructuración de la deuda.
Partiendo de esta base, los expertos de UBS calculan cuál sería el coste para el contribuyente de esta nueva reestructuración: alrededor de 60.000 millones de euros. Y es que, su salida costaría todavía más, 225.000 millones. Además, con su permanencia, habría más posibilidades de evitar un efecto contagio.
UBS piensa que la dinámica actual de la deuda en Grecia no es sostenible. La cuestión, sin embargo, es qué porcentaje de la deuda debe ser reestructurado para que el país pueda volver a la senda de la sostenibilidad.
En este sentido, propone dos escenarios "razonables" para el sector público. El primero, con una quita de un tercio de la deuda existente, y el segundo, con una quita de la mitad. ¿Qué coste tendría para el contribuyente europeo uno y otro escenario?
El siguiente gráfico muestra el desglose de la deuda griega actual. Ejemplo: el FMI dispone de 21.700 millones de euros, el 8% del total.
Fuente: UBS, IMF, Comisión Europea, Bloomberg
UBS apunta que es evidente que una nueva reestructuración de la deuda supondría inevitablemente una participación del sector público. Y es exclusivamente a ésta a la que se refiere. Según los datos que maneja, el sector privado representa solo alrededor de una cuarta parte de la deuda griega y la reestructuración sería completamente insuficiente si le involucrase solo a él.
Según explican estos analistas, los europeos han prestado en distintas formas a Grecia: a través de préstamos bilaterales, más recientemente a través del fondo de rescate (EFSF) e incluso a través del programa de compras de bonos en el mercado secundario (SMP) del BCE. También el FMI es acreedor de Grecia, pero podría negarse a aceptar una quita por ser su deuda senior y rechazaría cualquier pérdida. Así pues, excluyendo a este organismo, la exposición total del sector público a la deuda helena es de 181.900 millones.
Una quita de alrededor del 30% supondría pérdidas para el contribuyente europeo de 60.000 millones, el equivalente al 0,5% del PIB de la Eurozona. Una quita de hasta el 50% supondría una pérdida de 91.000 millones de euros, el 0,7% del PIB.
Otro escenario: la salida
Aunque el coste es significativo, en opinión de UBS sería cuatro veces mayor en el caso de que Grecia dejara la moneda única. Parte de esa cifra serían pérdidas que consumirían la totalidad del capital del banco, lo que obligaría a los bancos centrales nacionales a recapitalizarse.
Sin embargo, UBS considera que el mayor riesgo vendría por los efectos secundarios, y especialmente por la retirada masiva de depósitos de bancos de otros países expuestos a Grecia, ante la creencia de que ya no son solventes. Esto sí podría ser más "doloroso" para los contribuyentes, sentencia UBS.