
Los ayuntamientos endeudados han estado en el ojo del huracán. Sin embargo, los que llevan sus cuentas al día representan más de una tercera parte del país: el 38 por ciento de los municipios (3.079 de los 8.116) cerraron con saldo positivo en 2010, según los datos más recientes del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Algunos repitieron la hazaña en 2011. Incluso hay oasis de deuda cero que contrastan con las ciudades que encabezan las listas de deudores.
Los pasivos millonarios, que llevaron al Gobierno a diseñar un plan de pago a los proveedores con 20.000 millones para los ayuntamientos, se concentran en 1.599 municipios. Madrid, Barcelona, Málaga, Valencia, Sevilla y Zaragoza acumulan más cuentas por pagar. Mientras algunas localidades recurren a fusionarse para hacerse con más recursos, a otras les salen las cuentas. Estos son sólo unos ejemplos.
Bilbao
El Ayuntamiento de Bilbao, con 350.000 habitantes y un presupuesto de más de 470 millones, es de las pocas capitales de provincia que cerraron 2011 sin endeudamiento ni facturas pendientes. Tiene un plazo medio de pago de 41 días.
Bilbao lleva años de control de gastos, sin eliminar inversiones, ni reducir servicios, al tiempo que amortizaba la deuda heredada de los años noventa, que ascendía a 200 millones. Carlos Urgoiti, director delegado de Presupuestos y Servicios Generales, explica que con el crecimiento económico y los altos ingresos previos a la crisis decidieron amortizar la deuda.
La combinación no deuda y pago rápido de facturas ha sido posible por una "correcta planificación de la tesorería. Los pagos rápidos no son sólo una cuestión de voluntad, hay que disponer de un sistema centralizado y una herramienta informática eficaz", explica Urgoiti. En su sistema "saltan las alarmas" cuando una factura permanece sin pagar 43 días. A esto se une una estrategia de presupuestos realistas, ajuste de gastos a los ingresos y una directriz de que no hay que financiar los gastos corrientes con endeudamiento. También concentraron las compras para aprovechar mejores precios.
Madrid
Tres Cantos, al norte de Madrid, es una de las islas de superávit en la región, que contrasta con la capital, líder nacional en déficit. La localidad, de 42.000 habitantes, cerró 2011 con un saldo de 104.000 euros a su favor. Tiene algunas ventajas, reconoce Ana Cuevas, concejal de Hacienda. Se notan apenas se sale del tren de cercanías y se observan un par de compañías multinacionales. "Grandes empresas tienen sus sedes aquí. Eso genera ingresos por actividad económica. Casi el 45 por ciento del IBI lo pagan las empresas", señala Cuevas.
Aunque en 2009 y 2010 tuvieron un déficit que rondó los 1,5 millones de euros, la contabilidad dejó de estar en rojo el año pasado. La primera medida fue contener la contratación de personal. Hay 260 funcionarios cuyos salarios representan 11 de los cerca de 40 millones de euros del presupuesto, precisa Cuevas. Otros 20 millones van al pago de bienes y servicios (como los de limpieza o jardinería), que están todos subcontratados.
También se sanearon las cuentas de las empresas públicas. A éstas se les transfieren 8 millones de euros y se les encargan algunos de los trabajos de mantenimiento de infraestructuras. En 2011 Tres Cantos pagó 92.000 euros por su deuda financiera y aún tienen margen para maniobrar con las finanzas locales, pues -explica Cuevas- tienen uno de los tipos más bajos para el cobro del IBI y pueden ajustarlo si se ven en aprietos, aunque no lo prevén.
Cataluña
En la Cataluña central, en la comarca del Bages junto a Manresa, hay cuatro pueblos de entre 6.000 y 7.000 habitantes que no tienen deuda con sus proveedores: Santpedor, Navarcles, Sant Fuitrós y Sallent y son de diferente color político (CiU, PSC, ERC e independientes).
Santpedor es el pueblo del entrenador del Barça, Josep Guardiola. Su alcaldesa, Laura Vilagrà (ERC), gobierna desde 2003. El pueblo tiene este año un presupuesto de 10,8 millones y cerró 2011 con un excedente positivo de 298.000 euros. No tiene deuda con proveedores. "Cumplimos la ley de morosidad, pagamos a 40 días, y este año lo haremos a 30", explica. Su receta: no utilizar los ingresos extraordinarios del boom inmobiliario para aumentar los gastos fijos del ayuntamiento mediante la contratación de más personal. "En 2007, las licencias de obras supusieron 1,5 millones, el 30 por ciento del presupuesto, y en 2011 sólo hemos ingresado 128.000 euros, así que suerte que tomamos esa decisión".
Navarcles es un pueblo vecino de Santpedor, mucho menos industrial. Su presupuesto es de 4,5 millones y en 2011 registró un excedente positivo de 370.000 euros. Su alcalde, Llorenç Ferrer (PSC), hace dos años que desempeña el cargo, pero desde 1995 ha sido el regidor responsable de hacienda.
No tiene deuda con proveedores y paga sus facturas a 55 días. "En 2007 los ingresos por licencias de obras fueron 550.000 euros y el año pasado no llegó a 17.000 euros", dice. "Nosotros nos adelantamos y en 2009 ajustamos los precios de todos nuestros proveedores, lo que nos permite ahora tener una posición más holgada", señala.
Málaga
El Ayuntamiento de Málaga ha sido el único entre las capitales andaluzas que es solvente. El municipio se ha esforzado por reducir el plazo para el pago a proveedores y no tener deudas con la Seguridad Social ni Hacienda, y de hecho logró cerrar el último ejercicio con superávit. Con una economía saneada gracias a una política de rigor presupuestario y austeridad, la ciudad no ha tenido que acogerse a los mecanismos de financiación ofrecidos por la administración central, explica la concejala de Economía y Hacienda, María del Mar Martín. "Pagamos pronto a los proveedores para reactivar la economía y generar empleo", señala.
"Rebajamos el plazo medio para abonar las facturas a las empresas suministradoras del Ayuntamiento hasta los 32,7 días. Somos de las pocas ciudades que no ha recurrido a operaciones financieras para afrontar las facturas de los proveedores", indica.
Valladolid
Arroyo de la Encomienda fue considerado eldorado inmobiliario de la provincia de Valladolid por sus buenas comunicaciones y su cercanía a la capital. Aprovechó la burbuja de la construcción para acometer mejoras dotacionales y ahora no sólo es uno de los pocos municipios españoles con deuda cero, sino que se asegura importantes ingresos con la instalación del centro comercial más importante de la región de la mano de Ikea.
El concejal de Hacienda, José Manuel Barrio, ha sido el artífice de una política presupuestaria basada en la contención de gastos. En 2007, cuando llegó al cargo, descubrió que la principal fuente de ingresos del ayuntamiento, el impuesto de construcción, se reducía: de los cinco millones presupuestados apenas se llegó al millón. Recortó los gastos de personal, pero mantuvo las inversiones productivas.
Durante los últimos años ha reducido el presupuesto, de los 30 millones de hace cinco años, a 12 en este ejercicio. "A partir de 2007 empezamos a ajustarnos a los ingresos. No soy economista ni sé de grandes políticas económicas, simplemente he aplicado cierta lógica".
En la provincia de Burgos, Amalia Martín, alcaldesa de Retuerta, un municipio de 70 habitantes, dice que lleva las cuentas "como si de una familia se tratase". El presupuesto anual es de 90.000 euros. "Nunca nos metemos en ningún proyecto sin financiación asegurada", afirma. Y cuando hay que arreglar algo, lo último ha sido el repetidor de televisión que no ha costeado la Junta de Castilla y León, "tengo que pedir dinero a los vecinos, que siempre responden".
Las arcas municipales se nutren de 700 euros mensuales, ya que el arrendamiento de unos montes comunales y el coto de caza son partidas que tienen que compartirlas con otros dos municipios.
Con los remanentes que logra cada año va arreglando a plazos la antigua escuela municipal, sin niños desde hace 40 años, y que comenzó a restaurar gracias a una subvención.
Valencia
El Ayuntamiento de Sant Vicent del Raspeig (54.500 habitantes) es uno de los pocos de la Comunidad Valenciana que no ha tenido que acogerse al plan de pagos del Gobierno. Mantiene sus cuentas saneadas a pesar de la crisis inmobiliaria que afecta al litoral.
Situada al norte de Alicante, su alcaldesa, Luisa Pastor, ha reducido su presupuesto de 2012 un 6%, hasta 33,7 millones de euros, para que la bajada en los ingresos no suponga déficit y deuda. El Consistorio ha ajustado los gastos; no prevé tener déficit y amortizará deuda, como ya hizo en 2011. Este ayuntamiento paga en 40 días y solo encontró cinco facturas pendientes por problemas técnicos cuando el Gobierno presentó el plan de pagos.
El alcalde de Oropesa del Mar (Castellón), Rafael Albert, confía en llevar a cero la deuda municipal en 2013, después de haberla reducido hasta 207.000 euros a finales de 2011, el 1,41% del presupuesto. Este municipio turístico de 10.000 habitantes, que alberga el famoso complejo Marina d'Or, finalizó 2011 con un remanente de tesorería de 13 millones de euros y mantiene controladas la cuentas gracias a que casi dos tercios de sus ingresos provienen del IBI. El pasado 12 de abril, el Consistorio aprobó el reconocimiento y el pago de su única factura pendientede 2011, de 240 euros.