
El G-20 se ha comprometido este viernes a redoblar el colchón financiero del Fondo Monetario Internacional (FMI) en más de 430.000 millones de euros (325.000 millones de euros), doblando así la capacidad prestamista de la organización internacional, a fin de garantizar la estabilidad financiera y la recuperación económica mundial, según ha confirmado la directora general del FMI, Christine Lagarde.
En un comunicado, Lagarde ha destacado que este acuerdo supone "una contundente resolución de la comunidad internacional para asegurar la estabilidad financiera global y encauzar la recuperación económica mundial por el camino correcto". "Estos recursos se han facilitado para tareas de prevención y resolución de la crisis, así como para alcanzar las necesidades potenciales de financiación de todos los miembros del FMI", añade Lagarde, en un claro guiño a los países de la zona euro más afectados por la crisis de la deuda, como España o Italia.
En las últimas semanas se ha especulado con un hipotético rescate financiero a España, fruto del recrudecimiento de la coyuntura económica y las pobres expectativas de crecimiento, lo que ha provocado el resurgimiento del alarmismo en Madrid y en Bruselas. Estos fondos adicionales serán utilizados en caso de necesidad, aclara la directora general del FMI en el comunicado.
En declaraciones recogidas por Reuters, Lagarde ha aseverado en que esta resolución "una expresión colectiva de enorme importancia y necesaria". Con este aumento, se ha superado la barrera del trillón de dólares (756,5 billones de euros) reclamado por el FMI hace unos meses para lidiar con la creciente crisis en Europa. Por ello, Lagarde ha confesado estar "fascinada por la cantidad" de fondos acordados en esta cumbre y que, sumados a los compromisos rubricados en 2010 durante el periodo de reformas del FMI.