Economía

"El cambio en Francia permitirá modificar la orientación de Europa"

El candidato socialista, François Hollande. Foto: Archivo

El candidato socialista François Hollande -que lleva una corta ventaja sobre el conservador Nicolas Sarkozy a pocos días de las elecciones presidenciales francesas- respondió a las preguntas del diario Les Echos sobre los problemas económicos y sociales a los que se enfrentará quien resulte ganador en los comicios.

¿Qué conclusiones extrae de las tensiones en los mercados europeos, especialmente en España?

La crisis de la zona euro ha estado calmada durante un tiempo por el establecimiento del Mecanismo Europeo de Estabilidad y por la intervención del Banco Central Europeo. El anuncio del acuerdo presupuestario dio un breve respiro. Los bancos, que han obtenido una importante liquidez, no han aportado a los Estados el apoyo que algunos esperaban. Varios países, entre ellos España, indicaron que no podrían alcanzar los objetivos de reducción del déficit ni siquiera aumentando el rigor de sus medidas.

Actualmente, los mercados se encuentran de nuevo en la incertidumbre y temen el derrumbe del crecimiento en Europa. La austeridad no es la solución y un trato únicamente presupuestario, sin tener en cuenta el necesario apoyo de la actividad y el empleo, no serviría de nada. Instalaría a Europa en la crisis durante más tiempo.

¿La perspectiva de una alternancia no contribuye a la 'febrilidad' de los mercados y crea riesgo de especulación?

Es su propia inquietud lo que el candidato saliente quisiera comunicar a los mercados. Aludir a un riesgo de especulación supone, finalmente, fomentarlo. He sido claro en mis compromisos de recuperación del equilibrio de las finanzas públicas en 2017. Sarkozy pretende ir más deprisa prometiendo el equilibrio para 2016. Pero en 2007 él mismo se presentó ante el Eurogrupo para declarar que París no respetaría el Pacto de Estabilidad. Al término de su mandato la deuda pública ha subido en 600.000 millones y Francia ha perdido su triple A.

Si no se retoma el crecimiento, ¿cuestionaría el objetivo de recuperación del equilibrio?

He mantenido la misma hipótesis de crecimiento (1,7% en 2013, 2% después) que el Gobierno saliente. Para la ejecución del Presupuesto de 2012, solicitaría al presidente del Tribunal de Cuentas que elaborara una auditoría para proceder a eventuales correcciones. La recuperación de la actividad ocupará el centro de nuestras reformas y decisiones europeas. Ya he avisado a nuestros socios: ¡no añadamos austeridad a la austeridad, sino un crecimiento en serio!

¿Y por qué Alemania y los demás países europeos aceptarían?

Nuestra influencia será importante. Muchos jefes de Gobierno, independientemente de su sensibilidad, son conscientes de la necesidad de añadir una dimensión de crecimiento a las disciplinas presupuestarias. En España, el presidente Mariano Rajoy ha avisado que no alcanzará los objetivos fijados por las autoridades europeas.

También los Países Bajos. Alemania no podrá permanecer como una isla de prosperidad en medio de un océano de recesión. Este debate se plantea en todos los países. El cambio en Francia permitirá modificar la orientación de Europa. El 6 de mayo es una fecha decisiva para el futuro de nuestro continente.

¿Qué ocurrirá si Alemania rechaza su punto de vista?

¿Cabe imaginar por un solo instante que Alemania desee dirigir sola Europa y aislar a Francia? ¡No! Descarto totalmente esa hipótesis. Francia es esencial para la construcción europea. Estoy convencido de que Francia será escuchada si sabe fijar una dirección coherente. La amistad franco-alemana no se romperá porque los galos elijan un presidente de una sensibilidad política diferente a la de la canciller alemana.

Las tres primeras medidas de su programa son gastos. ¿No es una señal contradictoria con la reconducción de las cuentas?

No. La subida de la ayuda a la escolarización será financiada por la reducción del tope del cociente familiar de 2.300 a 2.000 euros. La medida de garantía del acceso a la vivienda para los jóvenes es de bajo coste. Por último, la posibilidad de jubilarse a los 60 años para quienes hayan comenzado a cotizar a los 18 años -y que tengan todas las anualidades- estará financiada por una subida de las cotizaciones salariales y patronales de 0,1 puntos al año.

¿Más impuestos no suponen un ahogo del crecimiento?

Para restablecer el equilibrio de las finanzas públicas, preveo 29.000 millones de retenciones suplementarias y otros 15.000 millones para financiar las nuevas medidas. Los franceses han comprendido que sea cual fuere el vencedor de las elecciones, aumentarán las retenciones. Al menos 25.000 millones de más en el caso de Nicolas Sarkozy, además de lo que ha sido adoptado o anunciado estos últimos meses. El debate estriba en saber quién pagará los impuestos adicionales.

¿No cree que tiene mano dura con las empresas?

Se pedirá un esfuerzo adicional de 27.000 millones a las empresas más grandes. Será un reequilibrio. Si no se hubieran producido descensos tributarios desde hace 10 años, tendríamos ahora un equilibrio presupuestario. Estamos pagando la decisión de la derecha de bajar los impuestos en lugar de restablecer las cuentas públicas.

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