
La medida aprobada por el Gobierno luso de Passos Coelho ha creado bastante polémica, tanto por sí misma como por las fechas elegidas.
Los portugueses tendrán cuatro festivos menos al año. La medida tiene por objetivo aumentar productividad del país.
Según publica hoy ABC, las fechas suprimidas corresponden a dos celebraciones religiosas y otras tantas civiles y comenzarán el 5 de octubre (Día de la República) y 1 de diciembre (Restauración de la Independencia). Los días de las festividades religiosas que pasarán a ser laborals aún no han sido cerrados, puesto que corresponde a la Iglesia elegirlas y la institución ha pedido algo más de tiempo, aunque todo apunta a que será Corpus Cristi y el Día de Todos los Santos los señalados.
De este modo, Portugal quedaría con nueve festivos de ámbito nacional.
Donde peor ha sido recibido este anuncio ha sido en el sector turístico luso, que prevé un significativo descenso de su negocio por este recorte.