La Comisión Europea ha propuesto este miércoles suspender 495 millones de ayudas comunitarias a Hungría, cifra que equivale al 0,5% del Producto Interior Bruto (PIB) del país, por considerar que el Gobierno de Viktor Orbán no ha tomado suficientes medidas para reducir su déficit excesivo.
Es la primera vez que Bruselas pide congelar los fondos europeos a un Estado miembro. La suspensión de los pagos del Fondo de Cohesión entrará en vigor el 1 de enero de 2013 si las autoridades húngaras no adoptan antes un nuevo plan de ajuste.
Esta medida, ha dicho el vicepresidente de la Comisión y responsable de Asuntos Económicos, Olli Rehn, "debe interpretarse como un fuerte incentivo a Hungría para que lleve a cabo políticas fiscales sólidas y crear las condiciones fiscales y macroeconómicas adecuadas para garantizar un uso eficaz del Fondo de Cohesión". "Ahora corresponde al Gobierno húngaro actuar antes de que la suspensión entre en vigor", ha resaltado Rehn.