
La ciudadanía estadounidense se obtiene gratis para quienes nacen en el país y a través de costosos trámites para los que llegan como inmigrantes, pero desde hoy, tiene un valor estándar: 450 dólares.
Ese es, al menos, el precio que cobrará de ahora en adelante el Departamento de Estado por tramitar una renuncia a la ciudadanía del país, según las nuevas tasas publicadas hoy en el Registro Federal de EEUU.
La renuncia es un servicio extraordinario que hasta ahora el Gobierno procesaba en sus consulados sin coste alguno para el interesado, pero dentro de un aumento generalizado en las tasas administrativas, Washington ha decidido comenzar a cobrar por él.
Cuota obligatoria
Los nuevos honorarios consulares entraron en vigor ayer. De acuerdo con el Registro Federal, el costo de procesar una renuncia formal a la ciudadanía estadounidense se disparó de 0 a 450 dólares.
El Departamento de Estado no ha detallado cómo ni por qué calculó esta cifra, simplemente se ha limitado a explicar que "el renunciante debe pagar esta cuota en la visita durante la cual él o ella toma el juramento de renuncia".
También es cada vez más caro conservar la ciudadanía estadounidense si se necesita un pasaporte para probarlo. La cuota de solicitud de pasaporte saltó un 27%, de 55 a 70 dólares, con un incremento del 100%, de 20 a 40 dólares, en el cargo de seguridad de los pasaportes.
Además del aumento de la cuota de solicitud, el departamento cobrará ahora 82 dólares para añadir nuevas páginas a un pasaporte estadounidense, algo que antes carecía de costo.
El departamento señaló que esa tarifa es necesaria para compensar el coste de las páginas, así como el tiempo dedicado a colocar las hojas en la libreta del pasaporte, refrendar el pasaporte y realizar una revisión de control de calidad.