El 'president' adelanta que el jefe del Ejecutivo es "receptivo" a los hispabonos
madrid. El jefe del Ejecutivo y el president de la Generalitat catalana, Mariano Rajoy y Artur Mas, hicieron públicos ayer, tras su primera reunión en La Moncloa, "sus escarceos" de ida y vuelta. Así lo confesó Mas ante los medios tras insistir en que entiende su relación amorosa con el nuevo Gobierno de la nación como "una inversión a plazo", de confianza, que arrancó con el voto afirmativo de CiU al primer decreto de ajuste fiscal de la era Rajoy, el aprobado el pasado 30 de diciembre. A cambio, Mas se llevó el compromiso de Rajoy de "escuchar a las instituciones catalanas" en relación al pacto fiscal y la confianza de que el Gobierno de la nación haga un primer guiño económico en los Presupuestos de 2012 en relación a los 759 millones de euros que adeuda, recalcó, en cumplimiento de la disposición adicional tercera del Estatut catalán.
El president dejó claro que no hay "una alianza estable" entre los grupos parlamentarios que sustentan ambos Gobiernos, PP y CiU. Sin embargo, sí mostró la máxima disposición de los nacionalistas catalanes a respaldar las grandes reformas estructurales y ajustes fiscales que el Ejecutivo vaya a llevar a cabo, teniendo en cuenta que "nos jugamos el prestigio y la credibilidad internacional". "Tenemos ganas de ser escuchados, ideas, una marca y el aval del tejido productivo", vendió como carta de presentación.
En este sentido, Mas reconoció abiertamente que, en la reforma laboral, CiU puede colaborar "bien y a fondo", ya que es la norma fundamental contra el paro. "Será una reforma en profundidad", admitió tras hablar de sus líneas básicas con Rajoy y para apuntar a "la flexibilidad" como la clave.
En materia de austeridad, Mas también abrió la puerta a respaldar en el Congreso la Ley de Estabilidad. Su condición: que no invada competencias autonómicas.
Mas dio por supuesto que Rajoy está manteniendo contactos con sus colegas comunitarios para que la Comisión Europea dé más margen a España en el cumplimiento del déficit. "No podemos pasar del 8,3 al 4,4 por ciento del PIB sólo en un año si no es engañando [...], si no es destrozando todo y cargándonos el Estado del Bienestar", dijo.
Adelantó además que vio "bastante receptivo" a Rajoy en relación a la creación de los hispabonos, a los que se refirió al reclamar que "el acceso al crédito y el coste de la deuda" sea "homogéneo" para Estado, autonomías y ayuntamientos.