El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha señalado que los altos costes laborales son el "talón de Aquiles" de la economía francesa, por lo que ha incidido en la necesidad de rebajarlos para evitar la destrucción de empleo y su consecuente impacto en la economía.
"En 15 años Francia ha perdido medio millón de empleos en la industria. Si la cosa sigue así nos quedaremos sin fábricas", aseguró en un discurso en Lyon ante un grupo de agentes económicos, en el que insistió en que la "prioridad de las prioridades laborales debe ser aliviar el coste del trabajo".
Con las peticiones por desempleo en su nivel más elevado en 12 años y las elecciones generales en los meses de abril y mayo, Sarkozy se esfuerza en contar a los votantes las decisiones dolorosas que es necesario adoptar para preservar el modelo económico francés.