La fría reacción de los mercados al anuncio por parte de Standard & Poor's de una rebaja de dos escalones de la nota de España, que pasó a situarse el viernes en 'A' desde 'AA-' en el marco de un masivo recorte de 'ratings' que afectó a nueve países de la eurozona, puede explicarse por el hecho de que los precios de la deuda española en los mercados, su prima de riesgo, reflejan un "rating implícito de doble B", lo que equivale a un grado especulativo o 'bono basura'.