Atenas, 13 feb (EFECOM).- La vida pública de Grecia se paralizó hoy por una huelga general convocada por las principales centrales sindicales del país en protesta contra la planeada reforma del sistema de pensiones.
"Estamos muy satisfechos con la respuesta a la convocatoria y calculamos que la participación en el sector privado y estatal ha rozado el 100 por ciento", declaró a Efe el portavoz de la Confederación General de Trabajadores de Grecia (GSEE).
El Gobierno griego, encabezado por el conservador Costas Caramanlis, no se ha pronunciado sobre el paro laboral, ya que también los empleados de la oficina de prensa del ejecutivo se encontraban en huelga.
GSEE y la Unión de Empleados Civiles (Adedy), que representan a unos dos millones de trabajadores, convocaron la huelga, la segunda en dos meses, en vísperas de la presentación en el Parlamento de las reformas en las cajas de seguridad social.
El gobierno de Caramanlis propone aumentar la edad de jubilación mínima de 58 a 60 años, y suprimir la jubilación temprana en varias profesiones dañinas a la salud.
Además, las cajas de pensiones deficitarias deberán recibir fondos de aquellas cajas que tienen superávit.
En Grecia, la mayor parte de las 155 cajas de jubilación son deficitarias y reciben subsidios del Estado.
En el paro de hoy participaron los empleados de bancos estatales, funcionarios públicos, abogados, maestros y también periodistas, por lo que hoy no hubo noticias en las emisoras de radio y televisión.
En el aeropuerto internacional de Atenas no hubo tráfico y todos los vuelos previstos a partir de la medianoche del martes a la del miércoles fueron cancelados o alterados.
Parte del transporte público funcionó por un par de horas durante el mediodía para facilitar el movimiento de los huelguistas que se acercaron a los centro de los principales ciudades del país para participar en las manifestaciones.
El intenso frío contribuyó a que la participación fuera menor que en la manifestación del pasado 12 de diciembre, aunque según los sindicatos ascendió a "decenas de miles".
Durante la manifestación en Atenas se registraron algunos incidentes menores entre manifestantes encapuchados que prendieron fuego a vehículos privados estacionados en los entornos del ministerio de Cultura y fueron dispersados con gases lacrimógenos por la policía, según informaron testigos presenciales.
En el puerto de Salónica, segunda ciudad griega, miembros del movimiento anarquista arrojaron botes de pintura contra los escaparates de varias tienda de ropa y las fachadas de dos bancos.
Sitios arqueológicos, incluyendo la Acrópolis de Atenas, mantuvieron sus puertas cerradas por la protesta de parte de los guardias con contratos provisionales que piden que se les muevan a la calidad de empleados permanentes. EFECOM
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