Los países de la eurozona y otros Estados miembros de la UE se han comprometido este viernes a aportar 200.000 millones de euros al Fondo Monetario Internacional (FMI) para contar con un nuevo instrumento en el combate a corto plazo contra la crisis de deuda y frenar el contagio a España e Italia.
Sin embargo, Alemania ha vetado el resto de propuestas para reforzar el fondo de rescate para países endeudados planteadas por el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.
"Los países del euro y otros Estados miembros pondrán a disposición del FMI hasta 200.000 millones de euros para incrementar nuestros recursos financieros y hacer frente a la crisis", señaló Van Rompuy en rueda de prensa al término del encuentro que comenzó en la tarde de ayer.
La medida forma parte de un paquete a corto plazo que también incluye la puesta en marcha rápida de la ampliación del fondo temporal de rescate (FEEF) y el adelanto de la entrada en vigor del fondo permanente (MEDE) a julio de 2012.
Los líderes europeos acordaron también introducir un cambio en el planteamiento sobre la participación privada en los rescates para dejar claro que la condonación del 50 % de la deuda acordada en el caso de Grecia fue una excepción.
"De ahora en adelante, nos adheriremos estrictamente a los principios y prácticas del FMI", aseguró y lamentó el efecto que la participación del sector privado ha tenido en los mercados en el caso de Grecia. Según Van Rompuy, esta posibilidad "se ha terminado oficialmente".
"A corto plazo hemos acordado ciertas acciones inmediatas para superar las dificultades actuales y a largo plazo hemos acordado un pacto fiscal para la zona euro", resumió Van Rompuy.