El Gobierno portugués ha anunciado hoy que quiere suprimir cuatro de los 14 días festivos nacionales para fomentar la productividad y combatir la recesión que sufre el país, la peor de los últimos treinta años.
En un debate parlamentario sobre los presupuestos estatales de 2012, el ministro de Economía y Obras Públicas, Alvaro Santos Pereira, ha adelantado que se negociará la eliminación de dos festivos de carácter civil y dos de carácter religioso.
La idea de reducir los días de descanso laboral ya constaba en el borrador del presupuesto luso, que incluye además la supresión de las pagas extra de Navidad y verano entre los funcionarios, pensionistas y trabajadores estatales, así como el aumento no remunerado de media hora en la jornada laboral del sector privado.
En la sesión parlamentaria de hoy han intervenido también el primer ministro luso, el conservador Pedro Passos Coelho, y el titular de Finanzas, Vítor Gaspar, quienes han defendido la imperiosa necesidad de aplicar el severo presupuesto estatal, que previsiblemente se aprobará en la Asamblea lusa a finales de este mes.
Gaspar ha señalado que hay una guerra contra "la tiranía" de la deuda y que el actual contexto económico no admite "descansos u otros lapsos de concentración" en el cumplimiento de las metas exigidas por la UE.
El gasto público, a la mitad
Por su parte, Passos Coelho ha anunciado que su Gobierno se dispone a reducir el gasto público en un 43% de aquí a 2014, cuando termina la legislatura, durante la presentación de su propuesta de Presupuestos para 2012.
Asimismo, ha dejado claro que se trata de unos presupuestos que no dejan "espacio de maniobra" y por tanto el Gobierno no está dispuesto a negociar ni la supresión de las pagas extra de navidad y verano ni una bajada del IVA en la restauración. "No estamos dispuestos a poner en peligro la meta del déficit", ha advertido.
"El encanto de la deuda"
"Nunca más debemos dejarnos engañar por el encanto de la deuda", ha avisado Passos Coelho, quien ha considerado el presupuesto de 2012 "realista, equilibrado y solido" e imprescindible para alcanzar las metas marcadas por Bruselas.
Portugal debe reducir su déficit público en casi cuatro puntos porcentuales, hasta cerrar 2011 en el 5,9%, según las condiciones del préstamo internacional de 78.000 millones de euros concedido el pasado mayo por la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Como ya han hecho varias veces en las últimas semanas, las fuerzas más a la izquierda han tildado las medidas propuestas de "recesivas" y han pedido una renegociación de la deuda lusa.
Las previsiones de Bruselas
El debate de hoy, parte de los largos trámites parlamentarios de los presupuestos estatales, ha coincidido con la divulgación de las proyecciones actualizadas de la Comisión Europea para Portugal, que prevén una caída del PIB del 3% el próximo año, frente al 2,8% estimado por el Gobierno.
Dentro de las previsiones económicas más negras de su historia reciente, Portugal espera también un crecimiento del desempleo de casi dos puntos porcentuales, hasta el 13,4% en 2012, y un aumento de la deuda pública desde el 100,3 % del PIB de 2011 hasta el 105% en 2012.