Economía

Papandréu ofrece su cabeza a cambio de un gobierno de unidad nacional

El primer ministro griego Giorgos Papandreu trata de formar este sábado un gobierno de coalición, que se anuncia difícil pese a que él parece dipuesto a ceder su cargo para intentar superar la grave crisis política y económica que sufre Grecia.

Tras haber logrado superar una moción de confianza del Parlamento griego en la madrugada de este sábado (con los votos a favor de los 153 diputados socialistas por 145 votos en contra), poniendo así fin a una semana de psicodrama en la zona euro, Papandreu solicitó a mediodía al presidente del país, Carolos Papulias, poder iniciar discusiones para formar un gobierno de transición y de consenso.

Según la televisión pública Net, Papandreu reiteró a Papulias que estaba dispuesto a ceder la jefatura de este gobierno, tal como se comprometió horas antes ante el parlamento.

"He venido para expresar mi intención de contribuir de manera determinante a la creación de un gobierno de cooperación (...) y para lograrlo habrá en breve los contactos y entrevistas necesarios", dijo Papandreu a la salida de la reunión.

La formación de este gobierno es imprescindible para que se pueda aplicar el plan europeo de ayuda a Grecia adoptado la pasada semana en Bruselas.

"La aplicación de este acuerdo es la condición para que podamos permanecer en el euro", advirtió el primer ministro, quien no precisó si ya se han fijado contactos con la oposición en vistas a la formación de un nuevo ejecutivo.

"Haré lo posible a fin de formar un gobierno de amplia cooperación", había dicho Papandreu al llegar a la residencia presidencial. "La ausencia de consenso corre el riesgo de inquietar a nuestros socios europeos sobre nuestra voluntad de permanecer en el núcleo duro del euro", advirtió.

La oposición pide elecciones anticipadas

Pese a que Papandreu se manifestó dispuesto a negociar sobre "objetivos, composición y calendario" del nuevo gobierno, la tarea se antoja difícil por la actitud intransigente de su rival conservador Antonis Samaras.
El líder de la oposición griega pidió de nuevo este sábado elecciones anticipadas, algo que rechaza el primer ministro por considerarlas "catastróficas" porque supondría un aplazamiento de al menos cuatro meses de la aplicación del plan europeo.

Según la hoja de ruta de Papandreu, el nuevo gobierno tendrá como objetivo evitar la quiebra del país y garantizar su mantenimiento en la zona euro, asegurando primero que Atenas reciba un nuevo pago del préstamo europeo acordado en mayo de 2010 y, segundo, lograr la puesta en marcha, antes de febrero, del segundo plan de rescate acordado en Bruselas a finales de octubre.

"Las máscaras han caído. Papandreu rechazó nuestra propuesta, asume así una enorme responsabilidad. Las elecciones son la única solución", replicó Samaras, líder del partido conservador Nueva Democracia.

Samaras acabó así con las esperanzas que levantó en un primer momento al mostrarse dispuesto a ratificar el plan europeo, a cambio de la salida de Papandreu y la convocatoria de elecciones anticipadas.

Después de rechazar durante los dos últimos años la política de austeridad dictada por los acreedores de Grecia, Samaras lanzó esta oferta el miércoles, en el súmmum de un psicodrama político originado por el anuncio de Papandreu de convocar un referéndum sobre el plan europeo.

Este golpe de efecto sembró de pánico los mercados financieros mundiales y provocó la cólera de los acreedores del país, que amenazaron con cerrar el grifo a Grecia.

"Quiero creer que aún hay margen de discusión, pero la crisis se agrava", declaró en la televisión pública NET el jefe del grupo parlamentario socialista, Chriostos Prototapas.

"Lo que quieren los griegos, un equipo liderado por un tercer hombre, que no sea ni Papandreu ni Samaras, está casi perdido, es peligroso", advirtió.

Sólo dos pequeñas formaciones de derechas
, disidentes de Nueva Democracia, el partido de extrema derecha Laos de Georges Karatzaferis y la Alianza Democrática de la liberal Dora Bakoyanni, han mostrado su predisposición a negociar.

Como se esperaba, por su oposición frontal a la cura de austeridad administrada al país, los comunistas y la izquierda radical reclamaron la convocatoria de elecciones.
En un país sin cultura del consenso político, el diario liberal Kathimerini se inquietaba este sábado por los "juegos políticos con fuego", al tiempo que el socialista Ta Nea reclamó un "gobierno ya".

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