Economía

La crisis los devuelve a la vendimia: más de la mitad de los temporeros son españoles

Llegó septiembre y con él la vendimia. Pero a diferencia de años anteriores, esta temporada se oye menos el acento extranjero entre los temporeros. La crisis económica ha devuelto a los nacionales al campo, muchos de ellos hartos de esperar una oferta de trabajo de lo suyo en las listas del Inem.

Más de la mitad de los recolectores de la uva son de nacionalidad española, según apuntan desde la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios de UGT.

Pero estas cifras varían según los territorios analizados. Valencia (Requena y Utiel), Jérez, Navarra y Toledo es donde más demanda nacional se ha registrado.

En todas las comunidades ha aumentado el número de vendimiadores españoles.

Región por región

El ejemplo más significativa es Castilla-La Mancha, donde hace unos años la cosecha era recolectada por completo por extranjeros contratados en origen.

Es más, en zonas como Albacete o Ciudad Real el efecto llamada trajo asentamientos de ciudadanos rumanos en los alrededores de los pueblos, donde se iba a producir la vendimia.

Los tiempos han cambiado. Este año aproximadamente la mitad de temporareros son nacionales. Según datos proporcionados por la Asociación de agricultores Asaja, hasta ahora -a escasos días de finalizarse la vendimia- se han realizado 23.000 contrataciones, de las que 11.000 son de personas con nacionalidad española.

Exactamente, en la provincia de Toledo, este porcentaje llega a alcanzar el cien por cien. La región está compuesta sobre todo por fincas familiares, que este año han congregado a familia y amigos, muchos de ellos ahora en el paro, para recoger la uva.

En el sur de España, el marco de Jerez también se ha abastecido de nacionales. Allí entre el 80 y el 85% de los temporeros son españoles, según explicó el responsable de Responsabilidad Política y Social de Fitag (UGT), Jesús Acasuso.

En La Rioja, las grandes bodegas, que suelen tener mucha más previsión organizativa sobre la campaña, todavía han tenido que echar mano de ciudadanos extranjeros, aunque este año también han podido contar con más españoles. Se trata sobre todo de temporeros andaluces que son atraídos por los mejores salarios que paga la vendimia de la comunidad riojana y que han recuperado la tradición que tenían de atravesar la península para laborar en los viñedos riojanos.

Navarra, en cambio, ha tenido bastante afluencia de españoles. La vendimia de la zona cuenta con la parada especial que suelen hacer los feriantes, que recurren a la vendimia navarra tras la finalización del periodo estival y la temporada de ferias.

Aun así no hay bastantes...

Hasta el año pasado, cuando también se registró un incremento de temporeros nacionales, muchas zonas eran recolectadas por completo por jornaleros extranjeros, como Castilla-La Mancha o la zona de Requena-Utiel en la Comunidad Valenciana. Las asociaciones empresariales realizaban contrataciones en origen para cubrir la demanda de mano de obra, que no era cubierta por los españoles, quienes preferían otros trabajos como la construcción con una mayor remunerados.

Este año, el Gobierno restringió la posibilidad de contratar en el país de origen debido al alto porcentaje de desempleo que ya alcanzaba el 21%.

La idea era que el trabajo que se produjera en España fuera desempeñado por desempleados españoles. No obstante, las expectativas no se han cubierto.

Según Asaja y Fitag, los empresarios no han podido abastecer todas las plazas de vendimiadores que necesitaban, pese a que el desempleo supera los 4 millones de parados y que el desempleo agrícola se sitúa en 137.392 personas, según datos de paro registrado en el mes de septiembre. Aun con la crisis económica, el trabajo del campo sigue sin llamar a los españoles.

Eso sí, la campaña de la vendimia se ha notado en las cifras de empleo del mes de septiembre. Durante este último mes, el paro ha crecido en todas las autonomías excepto Castilla-La Mancha y La Rioja.

Las expectativas de Fitag es que la afiliación a la Seguridad Social será algo más baja que la del año anterior.

La dificultad para encontrar temporeros ha afectado a la vendimia. Asaja explica que si bien los empresarios han podido realizar la campaña, ha sido algo más largas que la del año anterior, lo que se traduce en un coste mayor. Y es que en muchos casos han tenido que trabajar con menos operarios e incluso cuando una empresa acababa la campaña, los temporeros eran traspasados a otro viñedo, donde todavía se estaba celebrando la vendimia.

Trabajar sin contrato...

Este cierre de fronteras se ha visto acompañado por que el Ejecutivo ha restablecido la moratoria para ciudadanos de Rumanía. Los rumanos, aunque sí que pueden vivir el España, necesitan un permiso de trabajo para que sean contratados. Esta modificación de las normas migratorias se realizó el pasado de 22 de julio de este año, así que las empresas no han tenido suficiente tiempo para informarse y realizar todos los trámites.

Por un lado, desde UGT denuncian que muchos trabajadores de la vendimia de origen rumano, no han sido contratados legalmente y han trabajado en la campaña sin contrato alguno.

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