Berlín, 14 sep (EFE).- El cogubernamental Partido Liberal (FDP) desafió hoy el veto de la canciller alemana, Angela Merkel, a plantear la posibilidad de una insolvencia griega y expresó su respaldo al ministro de Economía y líder de la formación, Philipp Rösler, quien insiste en esa hipótesis.
El secretario general del FDP, Christian Lindner, así como el antecesor de Rösler en el ministerio y jefe del grupo parlamentario liberal, Rainer Brüderle, expresaron su respaldo al ministro, tras la llamada de la canciller a no cuestionar la solvencia griega.
El FDP no atiende a "reglas del silencio", afirmó Lindner, mientras que Brüderle indicó que la formulación de Rösler se atiene "exactamente a las líneas de lo que están discutiendo ahora mismo los ministros de Finanzas de la zona euro".
Merkel lanzó ayer una clara advertencia a sus socios de Gobierno, dirigida explícitamente a su vicecanciller y titular de Economía, quien había hablado de una posible insolvencia ordenada de Grecia.
"Creo que el mejor favor que podemos hacerle a Grecia es no especular, sino alentarle a cumplir con los compromisos que ha adquirido", afirmó Merkel ante la radio pública berlinesa.
Merkel evitó citar directamente a Rösler, pero sus palabras fueron interpretadas como una amonestación a su ministro.
A la advertencia de la canciller se sumó la de su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, quien recordó que los mercados reaccionan "exageradamente nerviosos" a tales declaraciones, por lo que "no tiene sentido incrementar el nerviosismo con palabrerías".
Lejos de amilanarse, Rösler reincidió ayer al declarar a un medio alemán que en el tema de la crisis griega no debe haber "tabúes".
La actitud del FDP, en persistente caída de popularidad y al que los sondeos sitúan ahora por debajo del 5 % mínimo para obtener escaños, ha sido calificada de "suicida" en algunos medios.
"¿Pretende el FDP dinamitar la coalición?", se pregunta hoy en titulares el diario "Bild".
El FDP ha ido quedando fuera de sucesivas cámaras regionales en la serie de elecciones regionales de ese año y se le pronostica quedar asimismo sin escaños en los comicios que se celebran el próximo domingo en la ciudad-estado de Berlín.
La formación, que se convirtió en socia de Merkel tras obtener un 14,6 % en 2009, ha caído en picado desde entonces.
El relevo en su presidencia del ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, por Rösler no ha paliado la situación y el partido se encuentra además al borde del cisma.
Una parte del FDP se opone a la creación del paraguas de rescate permanente en la zona euro y pretende someter a una consulta interna entre los afiliados -unos 65.000- la postura del partido en la prevista votación del Bundestag (Parlamento federal).
La cúpula se propone neutralizar esa iniciativa, que está ganando adeptos entre sus bases y que le colocaría en línea de confrontación directa con la canciller.
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