Economía

La economía española se debilita aún más por la nueva caída de la demanda

El Banco de España apunta un aumento del PIB del 0,2% intertrimestral entre abril y junioEn tasa anualizada, el crecimiento se quedaría en el 0,8%, medio punto menos que la previsión.

De la moderación al debilitamiento. Este es el trayecto de la economía en el primer semestre de este año, que comenzó con un primer trimestre en el que la economía creció el 0,3 por ciento en términos intertrimestrales y una décima menos en el segundo trimestre, en el que se cifraron la esperanzas de una corrección que se han visto defraudadas, porque la demanda interna no levanta cabeza, salvo por el lado más negativo, el consumo público, y una vez más ha sido el sector exterior el que ha aportado la mayor parte del exiguo crecimiento, que apunta el Banco de España en el Boletín Económico publicado ayer.

Con un crecimiento intertrimestral del 0,2 por ciento anualizado se llegaría a un 0,8 por ciento, medio punto menos de la previsión oficial del 1,3 por ciento de PIB real.

El dibujo trazado por la entidad supervisora está lejos de ser alentador. La tasa interanual de aumento del PIB también cede una décima respecto al trimestre anterior, fundamentalmente por lo que califica como "desaceleración de la actividad" consecuencia del retroceso de la demanda nacional (-1,9 por ciento interanual).

El escaso dinamismo se explica por la evolución negativa del mercado laboral y de las rentas familiares y por la minusvaloración de los patrimonios inmobiliarios y el endurecimiento de las condiciones crediticias, además de la pérdida de poder adquisitivo añadida por la elevada inflación. Si el indicador interanual puede estar viciado por las circunstancias excepcionales de 2010, con una inminente subida del IVA y la cancelación de ayudas sectoriales, la caída en términos intertrimestrales demuestra que el retroceso ha sido también real. La caída de la tasa de ahorro de un punto, hasta el 12,2 por ciento, explica que las familias cubren sus carencias para el consumo con sus propias reservas.

Por lo que se refiere a la inversión cifrada en términos de formación bruta de capital, en términos interanuales ha sufrido un fuerte revés, aunque en tasa intertrimestral ha podido crecer algo. No obstante, la capacidad de financiación de las empresas ha mejorado. El sector de la construcción mantiene signos inequívocos de contracción, tanto en residencial como en obra civil, como acusan los indicadores intermedios (consumo aparente de cemento, y producción industrial de bienes de construcción).

Salvamento exterior

La aportación del sector exterior a la economía ha sido mayor que en el primer trimestre. El Banco de España calcula que ha aportado 2,6 puntos porcentuales en términos interanuales y 0,4 puntos en términos intertrimestrales, no obstante, esta mejoría no oculta la caída de los flujos comerciales, aunque más acentuado en las importaciones, lo que ha permitido incluso una mejora de la cuota española en el comercio internacional. Apunta el instituto supervisor que esta mejoría está amenazada por la fase de desaceleración internacional observada, que puede prolongarse. Por el lado de la exportación de servicios turísticos, éstos presentan el mejor perfil de recuperación en el segundo trimestre, que explica el auge de la aportación exterior a la riqueza generada.

El saldo de las balanzas por cuenta corriente y de capital, en los cinco primeros meses del año, arrojó un déficit de 21.700 millones de euros, el 3,8 por ciento inferior al del mismo periodo de 2010.

Servicios, a ritmo lento

Las expectativas creadas por el razonable comportamiento de la actividad industrial en el último trimestre de 2010 y en el primero de este año se ha visto defraudada por la caída de actividad y la correlativa reducción de empleo. No obstante, los indicadores adelantados de entrada de pedidos alientan una ligera mejoría en los próximos meses. Por lo que se refiere a los servicios de mercado, en el segundo trimestre se registra un modesto dinamismo, que se ve reforzado por el indicador de cifra de negocios, que muestra en los últimos meses una gradual mejoría, aunque, en opinión del Banco de España, a "un ritmo lento" y selectivo, ya que, mientras el comercio al por menor cede, la hostelería mejora.

En cuanto a los costes laborales, el Banco de España registra una moderación en las expectativas anteriores, ya que las subidas en los convenios pactados hasta junio han sido del 2,7 por ciento, cuatro décimas menos de las pactadas hasta el mes de marzo, seguramente guiadas por la flexión de la inflación en los últimos meses.

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