
Prueba de que esta crisis está siendo más dura que nunca está en la fuerte caída que está experimentando en los dos últimos años el sector del juego. Los españoles no tienen dinero para muchas alegrías y desde 2008 las empresas que operan en este mercado han visto reducidos sus ingresos en 4.970 millones de euros. En el último ejercicio, de hecho, facturaron en conjunto 27.339 millones, lo que supone un 15,3% menos que en 2008, según los datos reflejados en el Informe Anual del Juego, elaborado por el Ministerio del Interior.
Es un entorno difícil, especialmente para Loterías y Apuestas del Estado (LAE), el operador público, que pretende colocar en bolsa el 30% de su capital a partir del próximo mes octubre, entre los días 18 y 20 si todo sale como está previsto. Pero no todo son malas noticias. El punto positivo es que el equipo gestor, que encabeza su presidente, Aurelio Martínez, ha conseguido dar in extremis un vuelco a la situación. No hay ningún síntoma de mejora en la economía española, más bien al revés, pero aún así Loterías ha conseguido frenar la caída de ventas en el primer semestre del año.
A la espera del Gordo
Aunque habrá que esperar al sorteo de Navidad, cuando hay en juego casi un tercio de la facturación total del año -las ventas de boletos se iniciaron ya el pasado julio-, la empresa ha confirmado que la tendencia a la baja se ha roto por primera vez desde 2009 y "en el primer semestre se ha producido una ligera mejoría respecto al mismo periodo del año anterior".
En pleno proceso de OPV, las expectativas son así positivas, sobre todo porque, aunque es cierto que el sector está cayendo, también es verdad que hay algunos juegos que crecen con fuerza. "Resulta muy llamativo el comportamiento de El Gordo de la Primitiva, cuyas ventas registraron en 2010 un incremento del 11,5%, pasando de ingresar 366,34 millones a 407,17 millones de euros", asegura la compañía.
La dirección de Loterías está convencida así de que la caída de las ventas de los dos últimos años -el pasado ejercicio fue del 2,6%, hasta 9.592 millones- es algo totalmente coyuntural y que el negocio volverá a crecer con fuerza. El caso español es insólito en Europa y nunca antes, desde que hay datos estadísticos, se había producido un descenso en las cantidades jugadas. Y eso que ahora, con la crisis, los ingresos han disminuido al nivel del año 2005.
En LAE hay optimismo a pesar de todo porque además de frenar la caída, año tras año se está consiguiendo ganar cuota de mercado. El ejercicio pasado su participación aumentó otros tres puntos, superando ya el 35%, muy por delante de la Once, que tiene una cuota del 5,81%. Y es que aunque Loterías cayó, el resto lo hizo mucho más. La Once, que también habría conseguido frenar este año los descensos, registró en 2010 una bajada de sus ventas del 5,9%; los bingos descendieron un 8,3%, los casinos un 6,7% y las máquinas tragaperras un 15,2%.
La salida a bolsa de Loterías y Apuestas del Estado será la mayor OPV en la historia de España. Aurelio Martínez aseguró el pasado mes de julio que la capitalización bursátil de la empresa se ha acotado entre los 25.000 millones y los 30.000 millones de euros.
Esta nueva horquilla supone un incremento de hasta el 42% de su valor, frente a los 21.000 millones barajados inicialmente, una cifra que levantó ampollas entre los dirigentes del PP, que acusaron al Gobierno de "malvender la joya de la corona", y suspicacias entre los inversores, que tacharon la oferta de "conservadora".
El premio está en el dividendo
En cualquier caso, más allá de la valoración y como guinda al pastel, el presidente de Loterías anunció además que los accionistas que apuesten por entrar en la compañía se llevarán a casa un premio gordo en forma de dividendo.
Los títulos de la empresa estatal nacerán el próximo mes de octubre con una rentabilidad por dividendo del 8%, "similar a la que ahora tienen Santander o Caixa Bank". De cumplirse esta previsión, que se sitúa cien puntos básicos por encima de la anunciada en abril, LAE será una de las cinco más rentables del parqué español.