La economía española creció un 3,8% en el tercer trimestre del año en tasa interanual, dos décimas menos que en los tres meses anteriores, con lo que se sitúa en el mismo nivel que en el segundo trimestre de 2006. Una de las principales razones de esta desaceleración hay que buscarla en la menor aportación al crecimiento de la demanda interna.
Según los datos de la Contabilidad Nacional Trimestral publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), en términos intertrimestrales, el Producto Interior Bruto (PIB) registró un crecimiento del 0,7%, dos décima menos que en el segundo trimestre del año.
La moderación del crecimiento de la economía española en este tercer trimestre tiene su principal origen en la desaceleración de la demanda nacional, que contribuye 4,4 puntos al PIB trimestral, cinco décimas menos que en el periodo precedente.
El gasto en consumo final de los hogares desacelera su crecimiento cuatro décimas, hasta el 2,9%, el ritmo más en al menos los últimos 11 trimestres. El INE destaca que "este resultado se inscribe, además, en un contexto en el que la confianza de los consumidores presenta cada vez un saldo más negativo".
No obstante, este resultado ha sido parcialmente compensado por una aportación menos negativa del sector exterior (-0,6 puntos frente a -0,9% en el segundo trimestre). Las exportaciones de bienes y servicios aceleran notablemente su crecimiento, del 4,8% al 8%, mientras que las importaciones aumentan su ritmo de avance del 6,6% al 8,3%.
Por otro lado, la inversión en construcción ralentiza su crecimiento del 4,6% al 3,8% como resultado del menor dinamismo, tanto de la obra en infraestructuras como, especialmente, de la edificación residencial. "La inversión en vivienda está perdiendo empuje paulatinamente debido al menor ritmo de iniciación de obras", explica el INE. De hecho, en este trimestre, el crecimiento de la inversión residencial se ha reducido del 3,7% al 2,9%.
Previsiones oficiales
La previsión de crecimiento del Gobierno para este año apunta al 3,8%, pero el grueso del debate se centra en la escasa probabilidad otorgada por distintas instituciones de que 2008 alcance el crecimiento previsto por el Ejecutivo del 3,3%.
Recientemente, el Fondo Monetario Internacional y rebajó su previsión de crecimiento para España en 2008 en siete décimas hasta el 2,7% y la semana pasada la Comisión Europea la recortó en siete décimas hasta el 3%.