
Miles de funcionarios chinos robaron o malversaron más de 120.000 millones de dólares desde mediados de la década de los 90 y hasta el año 2008 y huyeron al extranjero, según una investigación publicada esta semana por el Banco Central de China.
Aquellos que se apropiaron de grandes cantidades de dinero huyeron hacia países como Estados Unidos, Canadá o Australia, mientras otros optaron por Rusia o Tailandia, informa la Agencia France Press.
Según recoge la investigación, entre 16.000 y 18.000 funcionarios gubernamentales y ejecutivos de empresas estatales sacaron del país alrededor de 800.000 millones de yuanes (en torno a los citados 120.000 millones de dólares).
Los funcionarios lograron llevar dinero de contrabando hacia Estados Unidos, Canadá, Australia u Holanda, empleando cuentas bancarias o a través de inversiones en bienes raíces o artículos de colección.
Las autoridades chinas multiplicaron las medidas contra la corrupción desde el lanzamiento de las reformas económicas, hace más de 30 años, sin lograr poner fin a esa lacra. La corrupción entre los funcionarios del Partido Comunista sigue siendo común.