Economía

Esposa dirigente PNV reconoce que Bravo redujo su deuda a una sexta parte

San Sebastián, 14 nov (EFECOM).- Maite Moneo, esposa del dirigente del PNV Luis María Bandrés, reconoció hoy a la jueza que instruye el caso del fraude de la Hacienda de Irun (Guipúzcoa) que el ex director de la oficina tributaria y principal acusado, José María Bravo, redujo su deuda de unos 600.000 euros a 108.000.

La esposa del ex consejero de Cultura y Turismo del Gobierno Vasco, que fue también diputado foral de Guipúzcoa entre 1995 y 2003, fue citada hoy a declarar ante Juzgado de Instrucción número 2 de Irun, junto a otros cuatro testigos.

Según informaron a Efe fuentes jurídicas, en su declaración, Maite Moneo aseguró que ni ella ni su marido hicieron gestión alguna con la Diputación de Guipúzcoa para que se le redujera su deuda con Hacienda, aunque admitió que en 1994 su hermano habló con el ex senador del PNV Víctor Bravo, hermano a su vez del principal imputado en este caso.

La testigo precisó que era administradora junto a sus tres hermanos de la empresa Tiendas Reunidas S.A., que agrupaba a varios conocidos comercios de ropa en San Sebastián, y que llegó a acumular desde 1994 una deuda con Hacienda de más de 600.000 euros.

Indicó que esta cantidad le fue reclamada en el año 2003 y que "le llamaron" de la oficina de Irun, adonde acudió y fue recibida por el entonces director, José María Bravo, quien le dijo que tenía que pagar 108.000 euros, con los que quedaría "cancelada" la deuda.

Para obtener ese dinero, agregó que su familia pidió préstamos y vendió "un bien", tras lo cual efectuó varios pagos en metálico a José María Bravo, quien le entregó los correspondientes justificantes y ya no volvió a recibir ninguna reclamación de Hacienda.

Tras comentar que la reducción de la deuda le pareció "normal" porque ya había oído que se daban este tipo de negociaciones con otras administraciones como la Seguridad Social o Fogasa, negó que ella o su marido hicieran gestiones con altos cargos de Hacienda para rebajar el pago que debían.

Sin embargo, admitió en 1994 su hermano habló con el ex senador Víctor Bravo, quien dimitió de este cargo al destaparse el fraude de la Hacienda de Irun, pero que no lo hizo ya con posterioridad a esa fecha.

Las otras cuatro personas que declararon hoy también explicaron cómo les fueron reducidas sus deudas con Hacienda, en algunos casos a la mitad del dinero que debían, y que se efectuaron bien mediante cheques al portador o en metálico, siempre gestionadas directamente por José María Bravo.

Uno de los testigos dijo que fue atendido en la gestoría Urdanibia por la hermana del principal acusado, quien le indicó lo que tenía que pagar finalmente a Hacienda, dinero que entregó a José María Bravo, quien le dio un recibo por dicho pago.

El próximo día 21 están citados a declarar ante el juzgado instructor de este caso otros cinco testigos.EFECOM

ep/cgc/rs

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