
El ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, ha asegurado que "ha habido influencia clara de las elecciones del 22-M y de la nueva situación política" en la ruptura de las negociaciones para la reforma de la negociación colectiva. En su opinión, habría sido "más útil" aprobar la reforma en el mes de abril, incluso antes del inicio de la campaña electoral. Toxo pide que no se haga estropicio con la negociación colectiva.
En el marco de una jornada sobre 'Desempleo Juvenil' organizada por el Consejo Económico y Social (CES) y el Comité Económico y Social Europeo, el titular de Trabajo ha dicho que la reforma que el Gobierno aprobará el próximo día 10 de junio, será "prudente y tranquila" y que es de esperar que esté en vigor el próximo otoño.
Según ha asegurado, las propuestas presentadas por la CEOE el pasado 30 de mayo "no permitían alcanzar un acuerdo", ya que planteaban la eliminación de la ultraactividad y una flexibilidad interna no negociada. En aquel momento, el secretario de Acción Sindical de CCOO, Ramón Górriz, señaló que la patronal podría estar "muy presionada por el cambio de signo político".
"Más que hacer valoraciones de quien es el responsable de la ruptura es mejor acudir a los contenidos de las propuestas de cada uno", ha dicho Valeriano Gómez, antes de añadir que "se equivocan quienes creen que es mejor dejar las reformas sin hacer a la espera de un cambio de gobierno".
¿Qué aprobará el Gobierno?
El Ejecutivo partirá de los acuerdos "no escritos" alcanzados por patronal y sindicatos poco antes del "relativo fracaso" de las negociaciones.
Respecto al texto que aprobará el Gobierno, Gómez ha explicado que no eliminará la ultraactividad de los convenios (la prórroga automática de los convenios colectivos expirados) cuando éstos caduquen, e impulsará los mecanismos de mediación y arbitraje para solucionar los conflictos.
Asimismo, ha dicho que el Gobierno facilitará la flexibilidad interna en las empresas, tanto en materia de jornada laboral como en las condiciones salariales, pero articulada de forma "dialogada".
En el caso de que el entendimiento no fuera posible, Gómez ha dicho que será preciso acudir a la mediación y al arbitraje, pero ha recalcado que esto ha de hacerse de forma "voluntaria" entre las partes.
Concretamente, ha dicho que lo que plantea el Gobierno es "buscar un ámbito en el que muchas cosas derivadas de las relaciones laborales que ahora terminan en los juzgados de lo social encuentren un ámbito intermedio entre la mediación y el arbitraje".
Pero ha recalcado que la Ley no puede imponer un sistema de mediación y que éste ha de ser pactado libremente en el convenio. "Nos parece que el diálogo social entre empresarios y sindicatos en el futuro, más allá de que no hayan sido capaces de alcanzar un acuerdo, pueda dar lugar a un acuerdo concreto sobre el desarrollo de la mediación", a ser posible, después del verano.
Las mutuas, a septiembre
Por otro lado, Gómez ha despejado que la reforma de las mutuas no se acometerá hasta septiembre, como se fijó en el Acuerdo Económico y Social (ASE) del 2 de febrero, pese a que ya existía un acuerdo avanzado a tres bandas sobre esta materia.
"Nos sentimos vinculados al acuerdo del 3 de febrero para propiciar una reforma de las mutas. A ese acuerdo nos remitiremos, no a éste que se ha estancado", ha dicho.
Con todo, ha asegurado que el Gobierno se siente comprometido con el control del absentismo y a favor de introducir más relación entre los costes de la incapacidad temporal y las aportaciones de las empresas.
No se tocarán los salarios
Preguntado por si la reforma del Gobierno introducirá alguna novedad en materia salarial, el ministro de Trabajo ha dicho que el Acuerdo Interconfederal de Negociación Colectiva ya preserva la moderación salarial y que los salarios no se pueden regular por Ley.
"La Ley no puede ni debe actuar, sería constitucionalmente imposible", ha señalado, para añadir que "eso forma parte del terreno de la autonomía de la negociación colectiva".
Tras apostar por el diálogo social, Gómez ha puesto el acento en la mesa tripartita de los convenios que ya está trabajando para introducir mejoras en la contratación a tiempo parcial, y ha dicho que "la intención del Gobierno no es producir un nuevo contrato", sino un "nuevo esquema", pensando sobre todo en los trabajadores más jóvenes, combinando más, por ejemplo, la formación y el empleo.
Dicho esto, ha indicado que el proceso de negociación permanecerá abierto durante las próximas semanas y confió en que pueda dar resultados pronto.