
Sitges (Barcelona), 3 jun (EFE).- El economista y asesor del Fondo Monetario Internacional Sebastián Edwards ha apostado hoy por que el próximo director general del FMI sea un tecnócrata, a diferencia de los tres últimos, que han tenido un perfil político.
En su participación en la XXVII Reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges, Edwards ha dicho que se debe romper con el perfil político del director gerente del FMI, alegando que las tres últimas figuras al frente de este cargo no han superado con éxito su responsabilidad.
Ha destacado que los tres antecesores eran políticos y ha valorado que Horst Köhler no fue un buen director gerente; que Rodrigo Rato fue un director gerente "sin consecuencias" y Dominique Strauss-Kahn ha sido un "buen gestor" pero que las circunstancias lo han obligado ha dejar el cargo.
Tampoco se ha mostrado especialmente partidario del candidato mexicano a dirigir este organismo, Agustín Carstens.
Edwards, catedrático de la Universidad de California y consultor del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, ha apuntado la necesidad de la reestructuración de la deuda en España y en Europa.
Para Edwards, la crisis europea tiene un paralelismo con la situación de América Latina a principios de la década de los 2000: "Mientras escuchaba hoy al Gobernador del Banco de España, reflexionaba y me decía que esta película yo ya la vi", ha apuntado.
Edwards ha apostado por una reestructuración de la deuda como la que aplicó Uruguay en su momento: "Me temo que lo que vemos en el caso griego es similar a lo que vimos en Argentina, y debemos mirar con atención cómo se hizo en Uruguay".
Preguntado por el futuro de la economía americana, ha explicado su preocupación por el fin del modelo de flexibilidad laboral en Estados Unidos, a causa a una caída de la migración interna por la crisis hipotecaria, que ha provocado que "las familias deben más por sus casas de lo que obtendrían vendiéndolas" y deciden no emigrar.
Edwards ha remarcado la importancia de "atacar la deuda y reducir el gasto" estadounidense.
En relación a la economía de América Latina, ha hablado de sensación de "milagro": "Es la primera vez en generaciones que la palabra crisis no está asociada con esta parte del mundo", ha dicho.
No obstante, el catedrático de Economía de Negocios Internacionales ha alertado de que la economía brasileña constituye una "burbuja económica" por la que los inversores están demasiados esperanzados e invierten en desproporción.