Economía

Joseph Stiglitz: "Europa es presa de su fetichismo por el déficit"

En estos momentos el diagnóstico de la economía mundial es una verdadera incógnita, sin embargo, los expertos ya comienzan a atisbar síntomas de desgaste antes de lo debido. Al fin y al cabo, los precios del petróleo, las consecuencias de los desastres naturales en Japón y los problemas de deuda en Europa comienzan a pasar factura.

Mientras tanto, aquí en Estados Unidos, la que todavía es considerada la locomotora económica del planeta, los precios de los productos básicos hacen mella en el gasto del consumidor, los tipos de interés históricamente bajos no han hecho nada por impulsa la vivienda, y, lo más preocupante, el rebote del mercado laboral parece haberse detenido en seco. ¿Debemos preocuparnos entonces por una posible nueva recesión en el horizonte?, quizás es demasiado pronto pero las primeras señales de alerta comienzan a aflorar.

En su último análisis, Goldman Sachs Group espera que el crecimiento económico mundial alcance el 4,3% en 2011, frente a su estimación del 4,8% realizada a mediados del pasado mes de abril. Por su parte, UBS ha recortado su proyección hasta el 3,6% desde el 3,9% previsto en enero. Entre algunos de los riesgos que hunden la economía se incluyen también un cambio de política monetaria en los mercados emergentes, ahora mucho más restrictiva.

Andrew Cates, economista de UBS, reconoció en un informe que "la economía mundial ha entrado en un periodo de ralentización, con datos de crecimiento decepcionantes". "Sospechamos que esta tendencia durará mucho más tiempo de lo previsto", añadió.

Los datos 'macro' dan el visto bueno

Los datos macro de esta semana apoyan esta tesis. La producción china crece a su menor ritmo de los últimos 10 meses, los pedidos de bienes duraderos en EEUU registraron su mayor caída desde octubre y la confianza entre los ejecutivos y los consumidores europeos cayó por tercer mes consecutivo.

En EEUU, los datos publicados por el gobierno durante la jornada del viernes pusieron de manifiesto que el gasto de los consumidores sigue siendo débil, presionado por los precios de los alimentos y la gasolina que, recordemos, Ben Bernanke, presidente de la Fed, dijo que serían "transitorios".

Además, esta semana también trajo noticias amargas, especialmente para la industria manufacturera y el sector laboral. Con los datos sobre la mesa, Goldman Sachs ya ha rebajado sus proyecciones de crecimiento de PIB de EEUU en el segundo trimestre hasta el 3% mientras que Deutsche Bank también reduce las expectativas hasta el 3,2%, desde el 3,7% previamente previsto.

De todas formas, otros esperan un cambio de rumbo inminente. El estratega de JP Morgan, Thomas Lee, reconoce que los datos económicos han sido tan consistentemente peores de lo esperado en los últimos tiempos, que un rebote en el índice Citi Economic Surprise Index (mide los datos frente a las expectativas) está prácticamente garantizado.

"Pensamos que el Citi Economic Surprise Index es una señal fiable para los sectores cíclicos (frente a los defensivos) y también para el retorno absoluto del S&P 500. El momento económico se ha ralentizado en los últimos meses, debido a los mayores precios del petróleo y a las distorsiones causadas por el terremoto en Japón. El momento económico, definido por el CESI, está en un nivel extremadamente bajo de -57,9. Esto implica que probablemente veamos un rebote en las sorpresas económicas a corto plazo".

Joseph Stiglitz habla sobre Europa

Por su parte, el premio Nobel de Economía y profesor de la Universidad de Columbia tiene claro que las medidas de austeridad "no funcionan" y evitan que los países generen la creación de puestos de trabajo necesarios para incentivar el crecimiento económico. Desde su punto de vista, "la austeridad es un experimento que se ha intentado antes con los mismos resultados", reconocía hace unas semanas durante una conferencia.

Así, según este experto, la fórmula es sencilla, si se reducen los presupuestos en los ciclos de bajo crecimiento ?el desempleo aumenta y dificulta la recuperación?.

Stiglitz dijo que, en estos momentos, los líderes europeos son presa de su "fetichismo por el déficit". Al hilo de estas afirmación volvió a reiterar que la implementación de recortes presupuestarios, dadas las circunstancias, "no funciona, no da lugar a una economía más eficiente que crezca más rápido", añadió.

Cabe recordar que Grecia, Irlanda, Portugal y España están bajo presión para imponer medidas de austeridad que han provocado las protestas contra el gobierno. Sin embargo, muchos de estos recortes presupuestarios no han logrado convencer a la mayoría de los inversores de los países.

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