Madrid, 7 nov (EFECOM).- El sector ganadero mostró hoy su alarma por la extensión de la enfermedad conocida como lengua azul en Guipúzcoa, donde se han confirmado cuatro nuevos casos positivos del serotipo 1 (S-1).
El número de casos confirmados se eleva a sesenta en esta provincia, que cuenta con una cabaña de ganado ovino y bovino de 205.000 cabezas y en la que han muerto ya 39 ovejas.
Diversas fuentes del sector ganadero consultadas por EFE coincidían hoy en mostrar su preocupación por el avance de la enfermedad, lo que evidencia, en su opinión, la existencia de vectores de contagio que favorecen la propagación, en concreto el mosquito culicoides obsoletis.
Estas fuentes mostraban su extrañeza por la aparición de este foco en "tierra de nadie", en un territorio aislado y separado por dos cordilleras del resto del territorio nacional afectado (Andalucía, Extremadura, Castilla La-Mancha, Castilla y León y Madrid).
El sector sospecha que el virus S-1 puede haber llegado desde Francia, país en el que no consta que se haya producido ningún caso de este serotipo, o bien que estuviera presente en otras comunidades autónomas.
Los jefes de los Servicios de Sanidad Animal de las comunidades autónomas volverán a reunirse mañana con el director general de Ganadería, Carlos Escribano, para conocer más detalles del origen del foco de lengua azul S-1 detectado en el País Vasco y de la aplicación del plan de vacunación masivo aprobado ayer por la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE).
El número de focos del serotipo 8 (S-8) de la lengua azul registrados en la Unión Europea (UE) entre julio de 2007 y mediados de octubre fue de 28.876, según los datos presentados en el último Comité Permanente de la cadena Alimentaria de la Unión Europea.
El estado comunitario más afectado es Alemania con 13.893 casos registrados del S-8 de la lengua azul, el 48 por ciento del total de de la UE.
En Holanda, las últimas cifras apuntan a 5.051 explotaciones afectadas y otras 405 bajo sospecha.
En Bélgica, el número de casos ascendía a mediados de octubre a 4.571, en Francia a 4.300 y en Luxemburgo a 1.023.
En Reino Unido, tras la aparición de la enfermedad el pasado 10 de octubre, ya son 36 las explotaciones afectadas.
Austria registró su primer caso este mismo mes y Suiza, pese a no tener ningún foco registrado, ha establecido zonas de vigilancia y restricción ante el avance de la enfermedad por Alemania y Dinamarca.
La situación de Italia, Portugal y España, afectada por otros serotipos de la lengua azul, es también de vigilancia intensiva para tratar de controlar el avance de la enfermedad.
En Italia, se ha intensificado la vigilancia epidemiológica en relación al serotipo 8 de la enfermedad por su avance en Francia, con más de 25.654 animales testados en los últimos dos meses.
En España y Portugal, el serotipo 4 de la lengua azul se mantiene controlado, aunque preocupa la extensión de las zonas afectadas por el serotipo 1, que en Portugal afecta a las regiones del Aletenjo y del Algarve, con más de 108 explotaciones bajo vigilancia.
En España la zona restringida por el S-1 de la lengua azul alcanza a parte de las comunidades autónomas de Andalucía, Extremadura, Castilla La-Mancha, Castilla y León y Madrid.
Además, tras la detección el pasado viernes de un caso en Guipúzcoa, parte de esta provincia se considera zona restringida para el movimiento de animales.
La lengua azul ha sido considerada desde hace años como una enfermedad endémica del ganado en los países africanos que, por proximidad, ha alcanzado en numerosas ocasiones a los países del sur de Europa y, extrañamente, desde 2006 con el serotipo 8 a los países del norte de la UE.
Esta epizootia afecta fundamentalmente al ganado ovino, caprino y vacuno, si bien salvo en el caso del serotipo 8 apenas presenta sintomatología en las reses vacunas.
Los serotipos S 4 y el S 1 tienen mayor impacto sobre ovejas y cabras, especialmente este último, que tiene una gran capacidad de contagio y presenta índices de mortalidad elevado.
No es una enfermedad transmisible al ser humano por lo que el consumo de carnes no afecta a la seguridad alimentaria, si bien implica ciertas restricciones comerciales que acarrea pérdidas económicas al sector.
Las dificultades para el control y la erradicación de la enfermedad radican en que el vector de contagio del virus es un mosquito de la familia culicoides imícola, propio de climas cálidos que desaparece con la bajada de temperaturas.
La difusión de casos del serotipo 8 en el norte de Europa y del serotipo 1 en el País Vasco evidencia, a decir de los entomólogos, que el culicoides obsoletus, propio de climas más templados, puede ser el agente propagador de esta epizootia. EFECOM
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