
El ex presidente de la Reserva Federal sigue de conferencia en conferencia. Esta vez tocaba una organizada por la Corporación de Crecimiento de Chicago, donde Greenspan ha dicho que las probabilidades de recesión en EEUU son "menos que 50-50". Esto quiere decir que el país sorterá la recesión a pesar de la pertinaz desaceleración inmobiliaria.
No obstante, Alan agregó que la caída de los precios de las casas puede generar problemas para la economía, que depende fuertemente del gasto del consumidor. "El problema yace en los precios de las casas. Una cantidad sustancial del gasto del consumidor ha sido financiado por la apreciación en los valores de las casas", expresó. Además, Greenspan agregó que la reducción de los inventarios de viviendas sin vender aún es "muy pequeño", lo que tiende a prolongar la desaceleración del sector inmobiliario.
El maestro también ve riesgos de que la tasa de impagos de hipotecas en manos de deudores con débiles antecedentes crediticios pueda ser mayor de lo que se cree. Por otra parte, el ex funcionario dijo que los mercados globales de crédito están aún operando en estado de temor dos meses después de una costosa turbulencia que puso fin a un largo período de relativa calma. "Probablemente no regresaremos a donde estábamos bajo un estado de euforia. Ahora estamos bajo un estado de temor. Y tomará un tiempo superar eso", dijo Greenspan.
Un hombre escéptico
El ex jefe de la Fed reiteró su escepticismo ante la creación de un fondo multimillonario por parte de los principales bancos estadounidenses para minimizar los efectos de la crisis. Y es que afirmó que es "engañoso" decir que el fondo, creado para moderar las pérdidas por las recientes turbulencias en los mercados, tendrá éxito en su propósito de reducir los diferenciales de crédito. "Es muy pronto para decir qué tiene en mente este grupo (...) mi inclinación normal es el escepticismo", dijo Greenspan.
Al ser consultado sobre la reciente alza en el precio del petróleo a niveles superiores a los 90 dólares por barril, apuntó que, con el tiempo, los altos precios del crudo podrían ayudar a curar la "adicción" a los vehículos a gasolina y promover energías alternativas y más eficientes. "La gente odia la idea de los vehículos eléctricos, pero si uno lleva el precio de la gasolina a 15 dólares el galón, les encantarán", apuntó.
Finalmente, Greenspan relativizó la capacidad del etanol a base de maíz para desplazar el uso de los automóviles a gasolina: este "producto político" tiene más potencial para impulsar los costes de los alimento para ganado que otra cosa.