Economía

La Unión Europea pone fin a su larga crisis institucional con la firma del Tratado de Lisboa

Los líderes de la Unión Europea aprobaron en Lisboa esta madrugada un nuevo tratado europeo que permite un mejor funcionamiento del bloque ampliado a 27 miembros y cierra más de dos años de crisis, tras salvar los últimos obstáculos planteados por Polonia e Italia.

Europa ha salido de la crisis institucional', declaró el primer ministro portugués José Sócrates, presidente en ejercicio de la UE, tras el acuerdo.

'Europa sale de esta cumbre más fuerte para hacer frente a los desafíos globales, más fuerte para asumir su papel en el mundo. Con este acuerdo y este tratado, Europa muestra que el proyecto europeo se mueve y que ahora está preparada para mirar con confianza a su futuro', agregó.

El primer ministro británico Gordon Brown fue el primero de los dirigentes en reaccionar al acuerdo estimando que 'llegó el momento de que Europa avance'.

'Es un gran éxito. Europa va a funcionar mejor', dijo por su parte la canciller alemana Angela Merkel.

El Tratado de Lisboa

El nuevo Tratado de Lisboa será firmado el 13 de diciembre en la capital portuguesa, que de este modo agrega su nombre a la lista de otras ciudades íntimamente relacionadas con las grandes etapas de la construcción europea, como Niza, Roma o Maastricht.

El texto de 256 páginas incluye muchas de las innovaciones del proyecto de Constitución rechazado por franceses y holandeses en 2005, aunque también otorga importantes concesiones a los euroescépticos, en particular Gran Bretaña y Polonia.

Para llegar a un consenso la presidencia portuguesa tuvo que ofrecer nuevas concesiones a Polonia e Italia, que bloquearon hasta el final la adopción del tratado por diferentes razones.

Las presiones italianas y polacas

El acuerdo con los italianos, que se oponían a un nuevo reparto de las bancas en el Europarlamento en la que se le otorgaba por primera vez menos legisladores que Francia y Gran Bretaña, les permitirá tener un escaño más y situarse en 73 diputados, como los británicos (contra 74 para los franceses).

En cuanto a los polacos, la presidencia portuguesa garantizó el valor jurídico de la denominada cláusula de 'Ioannina', que permite a ciertos países en minoría durante las votaciones congelar un cierto tiempo la decisión resultante.

'Polonia obtuvo todo lo que quería', declaró el presidente polaco Lech Kaczynski, cuyo partido enfrenta el domingo unas difíciles elecciones legislativas.

El acuerdo fue alcanzado en el marco de una serie de negociaciones bilaterales y fue ratificado en una segunda reunión plenaria de los 27 cerca de medianoche.

En esas bilaterales estuvieron involucrados Sócrates, el presidente Nicolas Sarkozy, el primer ministro luxemburgués Jean-Claude Juncker y sus homólogos polaco Lech Kaczynski e italiano Romano Prodi.

Antes, la presidencia portuguesa había resuelto otras cuestiones formuladas por Bulgaria y Austria.

Tras la firma del tratado, se abrirá el proceso de ratificación en cada Estado miembro con el objetivo de que entre en vigor a principios de 2009.

Hasta ahora, sólo Irlanda anunció que realizará un referendo al que está obligado por su Constitución.

Según un sondeo difundido el jueves, la mayoría de los ciudadanos de los cinco principales países de la UE (Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y España) quieren que el nuevo tratado sea ratificado de la misma forma.

La apertura de la cumbre de Lisboa, que concluye el viernes, estuvo marcada por el debut de Gordon Brown en el escenario europeo y la primera aparición pública del presidente francés, Nicolas Sarkozy, tras el anuncio del divorcio de su esposa Cecilia.

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