Durante la jornada de hoy se dará el pistoletazo de salida a los prolegómenos que rodean a las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en la capital de Estados Unidos, Washington. Además, el próximo viernes 15 de abril, los ministros de Economía y Finanzas del Grupo de los 20 también acudirán a la ciudad para debatir el desarrollo de su agenda tras su último encuentro en Francia. Una semana cargada de datos, previsiones y promesas pero ¿sacaremos algo en claro?
Para Edwin Truman, ex subsecretario del Tesoro de EEUU para asuntos internacionales y posteriormente economista del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal, "es difícil de predecir cuál será el titular", señalaba a elEconomista. Desde su punto de vista existen dos grupos temáticos que dividirán la atención de los participantes. Por un lado, "los estructurales", donde se incluyen las reformas del sistema monetario o los desequilibrios globales, entre otras cuestiones.
Precisamente, Marcus Nolan, compañero de Truman en el Peterson Institute for International Economics, un think tank con sede en Washington, señaló que "el FMI debe seguir adelante con la agenda trazada por el G-20 en Seúl y que se ratificó en su última reunión en Cannes para continuar adelante con sus reformas internas de Gobierno, además de reforzar el sistema financiero mundial".
Sin embargo, otros asuntos, "los de ofensiva", según describe Truman, son los que mostrarán rencillas entre los ministros de finanzas de los países emergentes y las economías desarrolladas. No podemos olvidar las implicaciones que las revueltas sociales en Medio Oriente así como la intervención militar en Libia ejercen sobre el precio del crudo. Tampoco hay que pasar por alto el terremoto y posterior tsunami en Japón, que no sólo pasará factura a la economía del país sino que ha puesto en evidencia la seguridad de las plantas nucleares. Por supuesto, la crisis de deuda soberana europea volverá a colmar las conversaciones, con Portugal a la cabeza y algún que otro guiño a nuestro país, España.
"Creo que el Fondo ha hecho un trabajo bastante razonable a la hora de apoyar a Grecia, Irlanda y ahora a Portugal con su crisis de deuda soberana", afirma Truman quien asegura que el FMI no está "tratando de ganar tiempo antes de una restructuración de deuda en los países periféricos como Grecia o Irlanda", pese a que otros expertos indiquen lo contrario y den por seguro la restructuración de la deuda del país heleno o la del tigre irlandés. "No descarto la posibilidad de una restructuración pero lo veo poco probable", añade.
En lo que respecta a España, la situación de nuestro país parece ahora mucho mejor que hace meses, ya que el gobierno español "ha sido mucho más agresivo que otros a la hora de tomar medidas" dice el economista. "A día de hoy parece que el ajuste en España no está siendo demasiado violento por lo que en un principio no creo que vaya a requerir ayuda financiera externa", explica.
Puntos clave
En lo que se refiere al G20, las conversaciones se centrarán en desarrollar una "guía indicativa" para medir los desequilibrios globales y desarrollar respuestas para atajarlos. Por supuesto, hablarán de Portugal, los problemas griegos para afrontar los pagos de su deuda.
Tras la guerra de divisas que reinó las reuniones anuales del FMI, el G20 abordará la reforma del sistema monetario internacional, donde el SDR, la moneda virtual que utiliza el FMI y sus países miembros, podría cobrar protagonismo. En este sentido, la ampliación de la cesta que componen el SDR sería una forma de quitar protagonismo al dólar como divisa internacional por excelencia.
Por su parte, el FMI presenta hoy sus Perspectivas de Crecimiento Mundial (WEO, por sus siglas en inglés) donde volverá a resaltar la recuperación a dos velocidades de la economía del planeta. Por un lado, los emergentes liderando el crecimiento, por otro la UE todavía rezagada y en medio Estados Unidos con signos mixtos. Durante la semana también conoceremos otros informes como el Monitor Fiscal o el de Estabilidad Financiera Global (GFSR, por sus siglas en inglés).
Además el Fondo y el Banco Mundial incidirán en el efecto que alza del crudo podría tener en la economía, especialmente en los países pobres y en los emergentes. Cabe recordar que el barril de crudo marcaba la semana pasada un máximo de dos años y medio al cambiarse a 122 dólares.
En este sentido, como ya adelantó hace el mes pasado el sudirector gerente del FMI, John Lipsky, a la agencia Reuters, el FMI comenzará a partir de ahora a analizar con mayor detenimiento el efecto del paro y el desempleo en el entorno geopolítico, ya que éste ha sido el factor que ha dinamitado las revueltas sociales en Oriente Medio y el Norte de África.