Pamplona, 17 oct (EFECOM).- El ex ministro de Economía y Hacienda Carlos Solchaga rechazó hoy la existencia en Navarra de una crisis industrial derivada de los problemas registrados en diferentes empresas y opinó que la Comunidad Foral "tiene ante sí una perspectiva brillante".
Antes de pronunciar una conferencia sobre "política industrial en un mundo globalizado", organizada por la Fundación Navarra para la Diversificación, Solchaga aseguró, a preguntas de los periodistas, que a su juicio "no hay diferencia de apreciación" entre el ministro de Economía, Pedro Solbes, y el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Lo que pasa, dijo, es que la naturaleza del cargo del ministro de Economía y Hacienda está en tratar de controlar que las cuentas públicas mantengan el equilibrio y que la economía del país no tenga problemas de inflación o recesión.
"Por tanto, siempre le toca el papel desagradable de decir eso a mí me gusta, pero igual no tenemos el dinero", explicó el ex ministro, quien comentó que "hay veces que determinadas medidas de política, ya sean subidas salariales o excesos de gasto público, pueden entrar en conflicto con los objetivos de los equilibrios macroeconómicos que debe vigilar el ministro de Hacienda".
Respecto a la situación económica de Navarra, se mostró convencido de que no existe una crisis industrial. "Esto de la crisis industrial de Navarra me recuerda a la crisis del teatro. Desde que tengo uso de razón, el teatro español está siempre en crisis. No, yo no veo ninguna crisis en Navarra, ni industrial ni de ninguna otra naturaleza", respondió.
Por el contrario, resaltó que todas las coyunturas que se registran en Navarra "a mí particularmente me hacen pensar que Navarra tiene ante sí una perspectiva brillante" por lo que, subrayó, "no estaría yo preocupado por ningún tipo de crisis industrial" en la Comunidad Foral.
Ni tampoco estaría preocupado, agregó, "porque Navarra no disponga de los estímulos y de la capacidad de respuesta para que, en el caso de que algunas de las actividades que ahora son muy importantes en el tejido económico del país fueran peor, no pudiera sustituirlas por otras"
Por otra parte, se refirió al cambio experimentado por la política industrial con la globalización para afirmar que, en la actualidad, "la única política industrial es aquella que puede ayudar en un marco de libre competencia a las empresas a ser más competitivas, es decir, ayudarles a producir con mejor calidad y con mejor relación entre el valor de la producción y el coste de la misma".
Consideró además que, en esta nueva situación, los sindicatos "han mostrado una enorme capacidad de adaptación" al comprender, al contrario de lo que pasaba hace 20 ó 30 años, cuando la economía española estaba empezando a abrirse, que si ahora hubiera un crecimiento inmoderado de los salarios "se perdería competitividad y luego empleo".
"Y por eso -sostuvo- los sindicatos están trabajando en defensa de los intereses de los trabajadores, pero llegando a pactos salariales manteniendo la moderación".
De todas formas, indicó que "a todos nos hace falta adaptarnos" a un mundo globalizado, "en el que puede haber deslocalización de empresas, en donde la competencia nos obliga a todos a correr constantemente".
"Es cierto que no es un mundo tan tranquilo o tan cierto como podía ser el antiguo, pero ciertamente es un mundo mucho más rico que el anterior, porque aquel era muy tranquilo, pero muy pobre", concluyó. EFECOM
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