Economía

Fernández Ordóñez: la prioridad es reformar el "obsoleto e ineficiente" mercado laboral

  • Serán necesarios esfuerzos adicionales para digerir los excesos inmobiliarios
  • La confianza de los mercados financieros puede perderse con facilidad
  • 2011 será uno de los años más duros para el sistema financiero

El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, considera que es "imprescindible" mantener la continuidad y ambición en las reformas económicas, porque advirtió de que la confianza de los mercados puede perderse con facilidad. De todas, considera que la reforma laboral es la más importante, ya que en España persiste un mercado de trabajo "obsoleto e ineficiente".

Tras repasar los logros y las reformas acometidas, el gobernador avisó de que "en un momento como el actual no cabe caer en la complacencia, porque todavía queda camino por recorrer".

Pidió ahondar en la reestructuración del sistema financiero, aunque aseguró que hubiese sido un error inyectar capital a las entidades españolas antes de reestructurarlas, porque así se habrían malgastado recursos públicos.

"Serán necesarios esfuerzos adicionales para digerir los excesos asociados a la expansión inmobiliaria y la creación neta de empleo tardará en ganar dinamismo, a menos que se aborden reformas ambiciosas en este ámbito", explicó en un discurso en el XVIII Encuentro del sector financiero, organizado por Deloitte, la Sociedad de Tasación, SAP y ABC.

Pide más reformas en el mercado laboral

En este sentido, Fernández-Ordoñez apunta que "por encima de todas las reformas, se sitúa la reforma de unas instituciones laborales que son la causa del principal problema de nuestra economía, el que nos hace únicos cuando nos comparamos con otros países: un marco que pone trabas a la creación de empleo y que incentiva a utilizar la destrucción de empleo como mecanismo de ajuste".

Además, insiste en que las reformas no deben ir sólo en la buena dirección. "En este asunto no solo importa la dirección sino también el alcance de la reforma. Aunque, ciertamente, no habría que ir muy lejos. Bastaría con que los empresarios pudieran ofrecer a los millones de parados empleos con salarios acordes a su productividad".

De esta manera, los desempleados podrían "tener la posibilidad de decidir sobre unas ofertas que hoy los empresarios españoles ni siquiera pueden plantearles debido a la rigidez de nuestras singulares normas".

Para el gobernador, la reducción del paro y el aumento del empleo "es un objetivo capital en la actual coyuntura" económica. En este sentido, destacó que si se consigue acercar el marco laboral español al de los países de su entorno, "se produciría una recuperación del empleo más rápida e intensa".

Esto contribuiría, además de mejorar el bienestar de los trabajadores, a un saneamiento de las cuentas públicas más fácil o una reducción de la morosidad que "aumentaría el crédito".

2011: un año duro para la banca

Ante esta situación, 2011 seguirá siendo un año complicado para casi todos los angentes económicos y,"en especial" para el sector bancario, que tendrá que defender sus resultados mientras sufren el estancamiento de su principal negocio, la concesión de crédito.

"La demanda solvente seguirá siendo escasa y, si lo habitual es que el crédito solo se recupere al final de las fases de ajuste, en el caso español, dado que las familias y empresas tienen que desendeudarse, con mayor razón cabe esperar que la demanda solvente de crédito tarde más tiempo en crecer", explica el gobernador.

A pesar de los problemas, Fernández Ordóñez asegura que las previsiones apuntan a una recuperación más intensa a partir en la segunda mitad de 2012, "escenario que debería verse reforzado por los efectos de las reformas estructurales".

Para concluir su discurso, el gobernado habla de un optimismo "condicionado y paciente". España está "en la senda adecuada" para salir airosa e incluso reforzada, "pero para ello es imprescindible mantener la continuidad y la ambición en las reformas. Por ello el optimismo solo puede ser condicionado a que no se detengan".

"Finalmente el optimismo ha de ser paciente. Paciente, no con las reformas, que hay que acelerar todo lo que se pueda, sino con sus resultados. 2011 seguirá siendo un año más de ajuste y, para el sistema bancario, será incluso uno de los años más duros".

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