
Los ecologistas de Greenpeace vuelven a la carga tras una década perdiendo terreno frente a los partidarios de la energía nuclear y aseguran que la mitad de las plantas nucleares europeas son "particularmente preocupantes".
Aprovechando que este lunes se reúnen en Bruselas los ministros de Energía de los 27 países de la UE para analizar la tragedia japonesa y sus repercusiones en el sector nuclear global, Greenpeace asegura que la mitad de las centrales nucleares instaladas en Europa son "particulamente preocupantes".
Los ecologistas añaden que "está por verse si los test de estrés de los que se está hablando someter a las plantas nucleares serán más que una hoja de parra para no cambiar nada". Y reclaman que los Gobiernos del Viejo continente "den un vuelco a las reglas sobre seguridad nuclear y avancen hacia un futuro sin nucleares".
Los países que más inquietan a Greenpeace son los del Este de la UE. Pero la Europa occidental y España no escapan. Los ecologistas alertan sobre 12 reactores en Hungría, Eslovaquia y República Checa, vulnerables a atentados terroristas; 2 en Rumanía de diseño canadiense e implicaciones en Chernóbil, prohibidos en Francia y Alemania; reactores con más de 30 años en Bélgica, Filandia, Francia, Alemania, Holanda, Suecia, Suiza, Reino Unido y España; 2 reactores en Rumanía y otro en Eslovenia en zonas sísmicas, y planes para implantar dos reactores búlgaros y varios italianos también en zonas sísmicas.